Colombianos en México, indignados de multicrimen | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Agosto de 2015

La comunidad colombiana en México se siente indignada por el trato que la fiscalía y algunos medios han dado al reciente multihomicidio de cinco personas, entre ellas un fotoperiodista y una joven colombiana que, según sus compatriotas, está siendo usada de "chivo expiatorio".

Este crimen, perpetrado el 31 de julio en Ciudad de México, impactó al país y generó un gran interés mediático por la cantidad de víctimas y porque entre ellas estaba el fotoreportero Rubén Espinosa, quien se había refugiado en la capital tras denunciar amenazas recibidas en el violento estado de Veracruz (este).

 

Debido a las escasas declaraciones oficiales y las múltiples filtraciones a la prensa, los reflectores de la "crónica roja" han apuntado a la colombiana Mile Virginia Martin como pieza clave en el móvil del crimen.

"La sensación general es que se empezó a utilizar la palabra 'colombiana' como si fuera sinónimo de crimen o de prostitución", comentó a la AFP Catalina Ruiz-Navarro, comunicadora colombiana residente en México desde hace un año y medio.

El brutal homicidio del fotoreportero y cuatro mujeres, en el que las víctimas fueron ultimadas de un balazo en la cabeza y algunas sufrieron tortura y violencia sexual, se perpetró en un apartamento de un barrio de clase media en el que vivían tres de las jóvenes.

 

Además de Martin, quien tenía 31 años, las otras víctimas femeninas fueron la activista Nadia Vera, que también trabajó en Veracruz; la joven maquilladora Yesenia Quiroz y la trabajadora doméstica Alejandra Negrete.

"Los feminicidios no son costosos, pareciera que no importan al punto que si Rubén no hubiese estado en ese departamento, ni siquiera nos hubiéramos enterado de este feminicidio", sostiene Ruiz-Navarro.

La noticia ocupa a diario las primeras planas a distintos niveles, desde una nota breve hasta escalofriantes fotografías que se presentan como de la escena del crimen y donde se observa a algunas de las víctimas desnudas y atadas. Una de ellas sería Martin.

 

En un artículo para el portal electrónico Animal Político, la arqueóloga colombiana Yarima Merchan, también residente en México, criticó también este tratamiento mediático.

"Resulta bochornoso leer algunos medios que, estigmatizándola (a Martin), ya dan casi por hecho que 'le hicieron un ajuste de cuentas'", escribió Merchan.

La comunidad colombiana difundió días atrás un comunicado en el que exigen una investigación que "preserve el debido proceso y deje de sustentarse en un conjunto de prejuicios sobre la nacionalidad, el sexo o los oficios de cada una de las personas que fueron masacradas".

 

La fiscalía capitalina, que ha detenido a un sospechoso, señaló en un principio que el móvil del crimen pudo ser un robo y en medios se ha especulado con que "la colombiana" tenía un auto deportivo que los agresores habrían sustraído, que tenía dinero y joyas o que conocía a sus victimarios.