Protestas en distintas ciudades y reclamos de organizaciones defensoras de derechos humanos y de la libertad de expresión desató en México el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa y cuatro mujeres, entre ellas una colombiana, multihomicidio que ya investiga la fiscalía de Ciudad de México.
Tan pronto se conoció que Espinosa, de 31 años y que se refugió en Ciudad de México tras recibir amenazas en Veracruz (este) ligadas a su trabajo, fue asesinado de un balazo en la cabeza junto a cuatro mujeres la noche del viernes, en redes sociales y medios de prensa se convocaron movilizaciones y acciones de condena.
La mayor protesta se registró por la tarde cuando unas 2.000 personas, encabezadas por comunicadores, se concentraron en el turístico Angel de la Independencia de Ciudad de México, muchos con pancartas con la proclama "#JusticiaParaRuben" y consignas contra el gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
El cuerpo sin vida de Espinosa, que trabajaba para AVC noticias de Veracruz y era corresponsal de la revista Proceso y de la agencia Cuartoscuro, fue hallado la noche del viernes en un departamento de una zona de clase media en el sur de Ciudad de México.
Un grupo de reporteros gráficos, con un enorme moño negro en señal de luto, se colocó a los pies de la columna de la Independencia cubriendo sus rostros con la imagen de su colega mientras enarbolaban sus cámaras y lanzaban proclamas de "¡Justicia, justicia!".
La multitud se dirigió en manifestación hacia la representación del gobierno de Veracruz, localizada a unas calles, donde señalaron a Duarte como el principal responsable de la violencia que ha cobrado la vida de 13 periodistas en ese distrito desde 2010.
En Xalapa, capital de Veracruz y donde hasta hace dos meses vivía y trabajaba Espinosa, se registraron dos protestas, la primera en la medianoche del sábado tras conocerse la noticia y la segunda en el transcurso del domingo con un centenar de personas.
En Guadalajara (oeste), Chilpancingo, Acapulco (sur), Oaxaca (sureste) y Cancún (este) también hubo concentraciones para manifestar la indignación que entre comunicadores ha desatado este crimen.
- Investigaciones -
La fiscalía de Ciudad de México, que informó el sábado del multihomicidio sin revelar la identidad de las víctimas, confirmó este domingo el asesinato de Espinosa. Se identificó a una de las mujeres asesinadas como Nadia Vera, una activista de derechos humanos, y a otra que "se presume era de origen colombiano".
La Procuraduría General informó que su fiscalía especializada en delitos contra periodistas "se mantiene atenta" a la investigación y coadyuvará, de ser necesario, en las indagatorias.
Cada una de las víctimas "presentaba una herida en la cabeza producida por disparo de arma de fuego" y algunas "escoriaciones en diversas partes del cuerpo presuntamente originadas por un forcejeo", dijo en rueda de prensa el fiscal de la ciudad, Rodolfo Ríos.
Las autoridades tienen abiertas "varias líneas de investigación", incluida la de robo, dijo Ríos. No se especificó si se cuenta con elementos para presumir que el homicidio de Espinosa esté relacionado con su trabajo.
Ríos dijo que Espinosa estaba en Ciudad de México en busca de "nuevas oportunidades" en su trabajo, pero el mismo fotoperiodista y algunas ONG alertaron a principios de junio que había salido de Veracruz tras recibir agresiones y actos de intimidación.
"Alerta: el caso de Rubén Espinosa es el primero en el que un periodista desplazado internamente es asesinado", denunció en la red social Twitter la organización defensora de la libertad de expresión Artículo 19, que asistió al fotoperiodista en su traslado a la capital.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman) condenó enérgicamente el multihomicidio y exigió a la fiscalía seguir "la línea de investigación relacionada con la labor periodística del fotorreportero".
En el mismo sentido se pronunció la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (ombudsman), que pidió además a las autoridades "medidas de protección urgentes" para los familiares de Espinosa que residen en la capital.
En su trabajo en Veracruz, Espinosa daba amplia cobertura a manifestaciones que exigían esclarecer los asesinatos de comunicadores.
México es uno de los países de mayor riesgo para ejercer el periodismo, con más de 80 comunicadores asesinados y 17 desaparecidos en la última década, según Reporteros sin Fronteras.