Según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC-UNESCO), Colombia ocupa los últimos lugares, en comparación al resto de países iberoamericanos, en las mediciones de lecturabilidad de revistas, periódicos y libros. Lo más preocupante es, según la misma entidad, la falta de interés y no la falta de tiempo o espacios. Faltaría agregar a esa apreciación que también prima el “olvido”.
Dice la fuente que 67 por ciento de los colombianos no leen sencillamente porque no les gusta, en tanto que en Brasil su población es la que más lee por motivos de actualización cultural: 55 por ciento.
Esto debe ser muy cierto porque tradicionalmente Fedegán ha publicado una serie de libros y artículos de prensa en la que ha consignado la defensa de los ganaderos ante las malas negociaciones de los TLC y ante políticas equivocadas de Gobierno, sin miramiento al gobernante de turno, y sin embargo, hoy se acusa a la Entidad gremial de no haber expuesto los puntos de vista de los ganaderos sobre esos aspectos.
Los hechos dicen lo contrario. Vale la pena recordar los libros “Pensamiento económico y social de Fedegán 2004-2005” y siguientes –que recogen exactamente los pronunciamientos de lo que sindican al gremio– y el “Plan Estratégico de la Ganadería Colombiana-2019”, los que muy seguramente deben estar ocupando un espacio en la biblioteca de gentes que poco les gusta leer.
Urge, por lo pronto, solicitarle al Gobierno políticas para que la gente lea. Todo hay que entenderlo en su justa dimensión.
Actividad gremial
A la par que avanza la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa (FA) y la brucelosis, el presidente de los ganaderos señaló que la certificación de “país libre de aftosa con vacunación” que ostenta Colombia, no se habría logrado sin la disciplina ganadera y la eficiente administración de Fedegán durante 15 años de ciclos semestrales de vacunación, hasta alcanzar coberturas superiores al 90%.
Agregó que los logros en brucelosis se han alcanzado porque, desde hace diez años, Fedegán vacuna gratuitamente a toda la población objetivo, y si los niveles de certificación no son los deseados es porque hay problemas con la oportunidad, la confiabilidad y el costo de los exámenes de laboratorio, que son confiscatorios para el ganadero.