El consumo de carbón, crecerá ligeramente de aquí a 2022 en todo el mundo, pero su aumento será mayor en algunos países de Asia, considera la Agencia Internacional de Energía, AIE, en un informe publicado esta semana.
El consumo mundial de carbón crecerá de forma muy moderada entre 2016 y 2022, a un ritmo del 0,5% al año. Así, pasará de 5.357 millones de toneladas a 5.534 millones, estima la AIE en su informe anual dedicado a esta fuente de energía.
Se espera que la parte del carbón en la producción de energía primaria disminuya por su parte de más del 27% actual al 26% en 2022. Su crecimiento será mucho más bajo que el de otras fuentes de energía.
Pero estas evoluciones esconden situaciones muy diferentes dependiendo de las regiones.
El carbón continuará disminuyendo en Europa, donde sólo Alemania y Polonia siguen utilizándolo de forma masiva. Incluso en Alemania la demanda de carbón caerá en el futuro pese al abandono de la energía nuclear.
En India, en cambio, se concentrará el mayor crecimiento de la demanda de carbón en términos absolutos, a pesar del desarrollo de las energías renovables. El país lo necesita para sus centrales térmicas con el fin de producir electricidad y para su creciente industria siderúrgica.
Países como Indonesia, Malasia, Pakistán, Filipinas y Vietnam experimentarán por su parte el mayor crecimiento relativo, debido a sus necesidades de electricidad.
La firma inglesa Norton Rose Fullbright señaló sus proyecciones del sector. De acuerdo con la compañía el carbón, el oro y las esmeraldas se convertirán el as bajo la manga de la minería en 2018 en el país.
De los tres minerales, el carbón continuará siendo el protagonista de la producción del sector, una actividad que en general tiene una perspectiva al alza en el país, producto de los ajustes y correcciones, en su mayoría operativos, hechos por las compañías del sector de la experiencia del 2017. El Carbón jalonará el 65% de las exportaciones y se espera que en 2018 participe con el 38% del PIB minero.