A último debate pasaron las dos iniciativas que permitirán que Colombia tenga mayor participación y voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) con lo que obtendría más beneficios en la toma de decisiones en tal organismo e influyendo en la capacidad de inversión.
La ‘enmienda al Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional para reforzar la representación y la participación en el FMI’, y la ‘enmienda al Convenio Constitutivo del FMI para ampliar las facultades de inversión’, fueron las dos iniciativas aprobadas ayer en la Comisión Segunda de la Cámara.
El coordinador ponente del proyecto, el representante Juan Carlos Martínez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), explicó que “la capacidad de voto pasó del 0,36 por ciento al 0,44 por ciento pero no era Colombia necesariamente el beneficiario de la capacidad de voto como inicialmente se tramitó, sino de unos países emergentes africanos que han logrado tener dos asientos en el Directorio Ejecutivo”.
En cuanto a la segunda enmienda, sobre las facultades de inversión de los recursos del Fondo, “se podrán distribuir a los países miembros, siempre y cuando haya el voto por lo menos del 70 por ciento de los países miembros”, explicó Martínez.
Adicionalmente, en el caso hipotético de que se liquidara el FMI, “que no lo veo cerca, no estarían congelados los recursos hasta el final de la liquidación, como ocurre en cualquier otra organización, sino que se puede distribuir hasta el 80 por ciento de los recursos entre los países que hayan aportado”.
Otro de los beneficios es que al momento de tomar decisiones sobre el Fondo en un momento determinado, influye para cuando se presente una posición de bloque de países emergentes y “la capacidad de voto se conservará”.
El congresista añadió que “para Colombia es estar de acuerdo en las decisiones que se toman en un organismo multilateral del que Colombia es socio, como que es mejor abrirles espacios a los hermanos colegas de los países africanos emergentes parecidos a los nuestros”.
En lo que respecta a la liquidación hipotética del Fondo, “los recursos se distribuirán antes de terminar el proceso y con una mayoría se puede decidir la destinación de los mismos”.
En ese sentido, explicó que “Colombia tiene una capacidad grande de empréstito que no ha utilizado y hasta mayo de 2013 tenemos una capacidad de desembolsar de 6.200 millones de dólares bajo la modalidad de crédito flexible. Crédito que por fortuna Colombia, que atraviesa por un buen momento internacional en balanza de pagos, es posible que lo necesite. Si llega a necesitar recursos ahora con el proceso de paz, tiene a dónde acudir a unos recursos que son de bajo costo”.
Pero la discusión no se tornó del todo amena puesto que el representante del Polo Democrático Alternativo Iván Cepeda fue uno de los que se opuso a tal aprobación al decir que los modelos del FMI, “han sido parte del desastre de muchos países de nuestro continente y en especial en Colombia ha dejado rastros e intenciones supremamente dolorosos”.
Las críticas
En su opinión, más allá de ampliar la participación de Colombia en este organismo internacional “y de atraer lo que se llama la inversión del Fondo Monetario Internacional, considero que deberíamos buscar formas de autonomía creciente de ese modelo y de esas fórmulas que se han mostrado débiles en el pasado y siguen mostrándose débiles en el presente”.
A lo que el congresista del Partido de La U y coordinador ponente respondió que tal inconformismo lo toma meramente “como una posición ideológica permanente de Cepeda, que siempre que hay proyectos que tengan que ver con TLC, y más que el contenido de la enmienda en sí, tiene un inconformismo con el papel del FMI juega en la economía mundial”.
Agregó que los partidos de la Unidad Nacional y especialmente al que él pertenece por el contrario creen que hay una oportunidad “muy grande de obtener respaldo en un momento determinado por parte del FMI, incluso alguna posibilidad de empréstitos y créditos que no hemos utilizado”.
Todos quieren más
Hace como 20 días, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió la participación de los países emergentes en la construcción del nuevo orden internacional, en un discurso pronunciado durante la cumbre del IBSA (grupo que integra a India, Brasil, Sudáfrica), que se celebra en Pretoria.
Rousseff llamó a todos los países a unirse en torno a los esfuerzos para una consolidación fiscal y coordinación macroeconómica, y reiteró su voluntad de que las naciones en desarrollo tomen parte de este proceso.
En su discurso, la jefa de Estado brasileña también abogó por la reforma de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Por otro lado, este año con 221 gvotos a favor, el pleno de la Cámara de Diputados de México aprobó el dictamen que avala aumentar la cuota de participación de ese país en el FMI en 145,8 por ciento.
Con ello, se incrementó la cuota de México a 14.037,7 millones de dólares, equivalentes a 8.912,7 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG).
Con el aumento, la participación de nuestro país en relación con las cuotas totales del organismo pasará de 1,52 a 1,87 por ciento, lo que implica que la posición de México suba del lugar 16 al 14, así como su poder de voto de 1,47 a 1,80 por ciento.
Lo anterior representa una mayor influencia de México en la toma de decisiones en los órganos de gobierno del Fondo Monetario Internacional. Adicionalmente, mejorará las condiciones para ejercer sus derechos dentro de la institución y su acceso a los recursos del mencionado organismo internacional, en caso de ser necesario.
Cabe mencionar que el 25 por ciento del incremento de cuota se pagará en DEG o en monedas de libre uso y el 75 por ciento restante en moneda nacional.
El 25 por ciento del aumento de la cuota, pagadero en divisas, forma parte de las reservas internacionales del país, al constituirse lo que se conoce como “tramo de reserva”. Por otra parte, la aportación del 75 por ciento en moneda nacional se realizará a través de un depósito en la Cuenta número 1 del Fondo Monetario Internacional en el Banco de México.
La contrapartida a dichos movimientos es el incremento en la cuota de México en el referido organismo internacional. De esta manera, se destaca que no disminuyen las reservas internacionales del Banco de México, toda vez que únicamente se trata de un cambio en la composición de dichas reservas, ni se ve afectada su situación financiera, ya que el incremento de la cuota significa únicamente un intercambio de activos.