La Red de Iniciativas para la Gobernabilidad, la Democracia y el Desarrollo Territorial (Rinde) con el apoyo del Programa de Gobernabilidad Regional de Usaid realizó el foro “Resultados y retos del proceso de descentralización en las zonas de posconflicto”, el primero que desarrolla este tema en Colombia después de la firma del acuerdo con las Farc.
Durante el foro, que contó con la presencia de reconocidos personajes tanto de la vida académica como política, los panelistas plantearon sus preocupaciones sobre los recursos que deben llegar a las regiones para financiar los planes del posconflicto y sus críticas a las modificaciones en las regalías.
Camilo Romero, gobernador de Nariño, aseguró que el Gobierno nacional les da cada vez más responsabilidades a los departamentos y anotó la importancia de destinar recursos necesarios para cumplirlas. “En el caso de Nariño hay que destinar recursos nacionales. Veo con preocupación que con el proceso de paz se recentralizan los recursos”, señaló.
Por su parte Rafael Pardo respondió diciendo que “el proceso de paz tiene los elementos para generar un cambio en la orientación de la inversión pública y que se está pensando la descentralización, no solamente en términos de los funcionarios, sino en términos de los habitantes de las regiones que requieren mejorar sus condiciones de vida. El punto no es que el alcalde tenga poco o mucho poder, yo creo que debe tener bastante, incluso sobre el Gobierno central, pero no por el simple hecho de poseerlo sino para que la gente pueda tener a los tomadores de decisión más cerca y así mejorar sus condiciones de vida”.
Los panelistas también hablaron sobre las formas en las que se deben empoderar a los líderes sociales y a la ciudadanía para que, a través de los procesos de descentralización, se puedan ejecutar todos los planes que el proceso de paz contempla para llevar paz a las zonas rurales.
A pesar de que hubo un reconocimiento de los avances que hay en temas de descentralización como la llegada de los servicios públicos a municipios rurales en donde ha existido conflicto armado, también se mencionaron aspectos de mejora sobre el proceso en general que lleva más de 30 años funcionando en Colombia y que actualmente toma de nuevo una preponderancia importante en la agenda del Gobierno.
“Después de 30 años el país no está realmente integrado ni a la democracia ni al desarrollo ni al bienestar. En el caso de la democracia, once departamentos no tienen senadores y en las asambleas departamentales entre tres o cuatro municipios siempre ocupan el 80 o 90% de los cargos de esas corporaciones”, aseguró Darío I Restrepo.