El cabildante que logró la mayor votación el domingo pasado hace un análisis del nuevo escenario político y cómo sería la relación del alcalde Petro con la corporación legislativa
En sus cálculos no estaba obtener 37.763 votos, sin embargo los alcanzó. Es una persona centrada, caracterizada por su humildad y, sin duda, uno de los concejales más estudiosos y consagrados en control político y normativo en la capital del país.
Después de que se retirara del Polo Democrático Alternativo por las denuncias que hizo sobre el cartel de la contratación en el Distrito Capital, Carlos Vicente de Roux, en compañía del hoy alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, creó el movimiento Progresistas, que fue el gran triunfador en las pasadas elecciones.
EL NUEVO SIGLO: Usted obtuvo la más alta votación en las elecciones para el Concejo y, como es tradicional, le correspondería manejar los destinos de la corporación ¿Será su presidente?
CVDR: No. Por supuesto que en la bancada de Progresistas debe salir una presidenta o presidente en uno de los cuatro años de éste periodo.
ENS: ¿No quiere o no será presidente?
CVDR: No voy a ser presidente. Es un cargo que respeto mucho pero no tengo buenas calidades. Es de mucha representación institucional, mantener un nivel de compromisos sociales y un trabajo administrativo intenso que le quita tiempo para el control político y el trabajo normativo, que es lo interesante.
ENS: ¿De dónde salieron esos 38 mil votos?
CVDR: Fue el respaldo de un segmento importante del electorado bogotano al trabajo contra la corrupción, fundamentalmente al informe que presentamos con Gustavo Petro y el senador Luis Carlos Avellaneda, en donde desenmascaramos el cartel de la corrupción. El electorado envió una señal que respalda ese tipo de actuaciones. Fue sorpresivo que desde el escenario de la política, que por lo general ha sido laxo e incluso cómplice de la corrupción, coprotagonista de la corrupción, salgan unos tipos un poco extraños a ponerle la cara a la corrupción, a hacer denuncias soportadas con documentos y otros medios de investigación, clamando por transformación en la administración pública.
Tengo claro que los voticos no se me van a subir a la cabeza porque los votos de opinión son volátiles. Sostener ese nivel implica un compromiso fuerte para continuar con la lucha contra la corrupción y ahora, con el gobierno de Petro, con el respaldo a los proyectos sociales del programa, en particular la revolución educativa.
<INTERTIT>Acuerdos programáticos
<BODY TEXT>ENS: Al día siguiente de las elecciones, el alcalde electo comienza el análisis del mapa político en el Concejo para buscar una coalición mayoritaria que deje gobernar. ¿Usted habla de unos acuerdos?
CVDR: El tema de la coalición es complejo porque es necesario buscar acuerdos. Es democrático para sacar adelante la plataforma con que fue elegido el alcalde. En ciertas decisiones sobre los programas del mandatario se necesitan mayorías, pero muchos acuerdos que no son aprobados pueden salir por decreto, por ejemplo el Plan de Desarrollo, la revisión del POT, los presupuestos anuales y sus adiciones. Sin embargo, no es bueno que esto se haga sin el concurso del Concejo. Suena un poco a dictadura. Es mejor que se haga con el aporte y respaldo de un bloque mayoritario. Es bueno buscar ese tipo de coaliciones.
Pero esas coaliciones en la práctica no son programáticas porque se montan, generalmente, para sumar los votos necesarios para repartirse los cargos de gobierno interno del Concejo, la mesa directiva y las mesas de las comisiones. Así mismo, la coalición elige al Personero y Contralor al comienzo del respectivo periodo y después se vuelven un arreglo aguachiroloso, sin consistencia y sin referentes programáticos.
Un alcalde difícilmente puede contar de verdad con un bloque mayoritario que lo respalde durante los cuatro años y, sin embargo, se puede quedar con el pecado de haber metido en la coalición fuerzas políticas cuyo comportamiento real y práctico más adelante sea censurable.
Tengo reservas al tema de las coaliciones. Prefiero un esquema de acuerdos para ciertas decisiones fundamentales que le convienen a la ciudad.
ENS: ¿Usted haría coalición con los concejales que fueron llamados preliminarmente por la Fiscalía por el caso del carrusel de la contratación?
CVDR: Hay que distinguir varias cosas. En relación a varios o muchos de ellos hay elementos de juicio para considerar que tuvieron relaciones con contratista non sanctos. No los hubiéramos metido en nuestras listas porque no necesitamos prueba penal para las decisiones políticas. En el plano penal estas personas tienen el derecho al debido proceso y no las podemos dar por condenadas, entre otras cosas porque a cualquier persona le pueden iniciar una investigación penal.
ENS: ¿Entonces ellos sí entrarían en la coalición?
CVDR: El caso de La U es difícil porque son muchos los miembros de la bancada que han sido cuestionados, no solo con el llamado de la Fiscalía, sino por referencias que tenemos en nuestras investigaciones de participación con los contratistas censurables de Bogotá.
Hay que mirar caso por caso. Con una bancada donde pesen mucho los aliados de los carteles de la contratación no haríamos alianzas. Pero si una bancada tiene cuatro o cinco concejales y solo uno ha tenido relación con los contratistas, se podría discutir.
Lo que se quiere son acuerdos programáticos. Primero de cara a la ciudad, por encima de la mesa, que todo lo que se converse se pueda plantear en público; y segundo, que tenga un contenido programático, es decir que se relacione con medidas y políticas de interés público y de conveniencia para la ciudad.
ENS: En la bancada electa del Polo sus cuatro concejales no fueron llamados por la Fiscalía ¿Con ellos qué pasaría?
CVDR: Para Progresistas tendría un costo porque marcamos una diferencia con el Polo y los miembros de la bancada fueron, en el mejor de los casos, personas a las que les faltó vigor para haber promovido el hecho de que el partido se apartara de los Moreno Rojas. Fueron, como mínimo, complacientes. Tenemos este punto de discrepancia.
Por otra parte, paradójicamente hay la afinidad ideológica en relación con lo que nos interesa: construir una ciudad más equitativa, más igualitaria y con más justicia social.
ENS: ¿Está cerrada la puerta con el Polo?
CVDR: No. Se examina.
ENS: ¿La opinión pública tiene la percepción de que Petro es el Polo?
CVDR: No. Petro marcó una profunda ruptura con el Polo. Sectores de derecha trataron de decir que Progresistas éramos el Polo disfrazado y eso no es así. ¿Hasta qué punto podría ser un mensaje equívoco ante el electorado el decirles que entramos en una alianza con el Polo? Además nos inquietan las declaraciones que dio el presidente de la colectividad, Jaime Dussan, en el sentido de que hay doce concejales unidos, ocho Progresistas y cuatro Polo. Dussan dio a entender que habían ganado las elecciones. Tenemos muchas reservar con la dirección del Polo y con un personaje como Dussan.