Para que el enguayabado lector embolate la resaca del 24 de diciembre, recurrimos a la selección de fragmentos del libro del colombiano Fernando Moreno, pero prescindiendo de la palabrota que se le suele anteponer a cada ojalá en la jerga popular.

--- Del carajo sería que los consejos que uno le da a otros los escuchara uno mismo.

--- Sería del chiras que el último beso despertara la misma pasión que el primero.

--- Resultaría de película poder aprender a ser buen hijo... antes de tener los hijos propios.

--- De locura sería que después de emparejarse uno empezara a ver al resto del mundo feo y cursi.

--- De ensueño sería que los sueños fueran lo que se vive despierto y la realidad fuera lo que soñamos.

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La segunda tanda de Moreno

--- Qué bueno sería  que el miedo, las mariposas en el estómago, los nudos en la garganta y las manos sudorosas empezaran justo después de una larga relación.

--- Sería del carajo que en la actual campaña política les pusieran detectores de mentiras en las tarimas a todos los candidatos presidenciales.

--- Y que también sometieran a la misma prueba a los aspirantes al Senado de la República.

--- Qué bueno sería que fueran declaradas “inconstitucionales” todas las promesas incumplidas por los electoreros en la campaña legislativa que empieza.

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La tercera tanda del chiras

--- Sería del chiras que los animales domésticos de vez en cuando pudieran dar su opinión sobre nosotros, sus presuntos amos.

--- Qué bueno sería poder identificar al autor de la frase, según la cual, el perro es el mejor amigo del hombre, para preguntarle por qué se abstuvo de pedirle la opinión al mísero can.   

---  Sería cinematográfico que uno tuviera el sentido del tacto en la mirada.

--- Y sería delicioso que la palabra destino solo tuviera el significado que le dan todas las agencias de viajes.

--- La vida sería más fácil si la edad no fuera proporcional a las responsabilidades.

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La cuarta y última

---Ojalá que solo existiera el cáncer en el horóscopo.

--- Y que las manchas de la conciencia salieran con el hogareño jabón Fab.

--- Sería genial que la reversa  del carro tuviera una palanca cinco cambios.

--- De maravilla sería que las palmaditas patronales en la espalda se pudieran consignar en el banco.

--- De película sería que jubilarse fuera llenarse de júbilo para poder decir que está jubilosamente jubilado.

--- De locura no haber gastado todas las lágrimas cuando era niño.

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Unas pequeñas ñapas. No serían del carajo una piedra en el zapato, un diente adolorido, que se desborde el agua del inodoro, morderse la lengua, los cobros judiciales, pegarse con el borde de la cama en el dedo chiquito del pie, sentarse en un chicle y que le aparezca pegado en la suela de un zapato. Cuídese lo justo y arriésguese lo suficiente.