El delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, que ayer seguía luchando en un hospital cubano contra el cáncer, plantea el escenario de una Venezuela sin el líder que ha identificado el poder con su persona en sus 14 años al frente del país y que debe reasumirlo el 10 de enero.
"Confiemos en que, con el amor de millones, el Comandante se repondrá pronto y vendrá a tomar el mando antes del 10 de enero. De no ser así, nuestro pueblo deberá estar preparado para entenderlo", advirtió el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, reconociendo que sería "irresponsable ocultar lo delicado del momento actual y de los días por venir".
Su mensaje, divulgado en un escueto comunicado, parece destinado a preparar a los venezolanos a la eventualidad de que Chávez no reasuma la presidencia el 10 de enero, como el propio presidente lo dejó entrever, así como su vicepresidente Nicolás Maduro.
Al mediodía de ayer, el ministro Villegas entregó otro “parte” sobre Chavez. “El paciente se encuentra en una progresiva y favorable recuperación de los valores normales de sus signos vitales. Este proceso de recuperación no obstante requerirá un tiempo prudencial consecuencia de la complejidad de la intervención practicada así como también por complicaciones surgidas" en la intervención”.
El mandatario se encuentra "estable", pero sigue sumido en un postoperatorio "complejo y duro" tras someterse el martes en La Habana a su cuarta operación contra un cáncer del que se desconoce su ubicación, según el último parte divulgado por el gobierno el miércoles por la noche.
Maduro pidió a la vez a los venezolanos estar "serenamente preparados" para este escenario "difícil".
El mismo Chávez ordenó antes de su operación que Maduro, a quien nombró heredero político, asuma la presidencia temporal si queda "inhabilitado" incluso antes de su toma de posesión en la Asamblea Nacional, cuya fecha fija la Constitución y según analistas es impostergable.
El presidente uruguayo, José Mujica, dijo que planea viajar a Cuba para expresar su respaldo y agradecimiento a Chávez, mientras su par peruano, Ollanta Humala, afirmó que podría visitarlo si es "necesario".
La posibilidad de que Chávez, de 58 años, no supere esta nueva prueba contra el cáncer abre un periodo de incertidumbre en el país y especialmente en el oficialismo, que sólo ha tenido un único e indiscutido líder.
El analista pro-oficialista Nicmer Evans, que estimó "absolutamente posible y factible en cualquier momento" la inhabilitación de Chávez, emplazó al oficialismo a "ir diseñando una serie de estrategias que garanticen la continuidad y profundización del proceso revolucionario".
"De hecho, es una obligación revolucionaria, socialista, bolivariana y chavista planificar la ausencia de Chávez a corto, mediano y largo plazo", dijo.
El mandatario designó a Maduro como candidato oficialista en las elecciones presidenciales que deberían celebrarse en 30 días si él no pudiera reasumir la persidencia.
"El chavismo sin Chávez se había venido satanizando al interior del chavismo, osar hablar (de ello) era como hablar casi de traición a Chávez", dice Carmen Beatriz Fernández, presidenta de la firma Datastrategia.
Ahora el reto del oficialismo es demostrar que es "capaz" de "hacer que la revolución tenga vida" sin el mandatario, agrega.
En las calles de Caracas, donde la vida diaria seguía su curso a excepción de algunas manifestaciones de solidaridad organizadas en el centro, los venezolanos empezaban a hacerse a la idea de que entran en un periodo de incertidumbre política.
Algunos chavistas mantienen la esperanza y confían que en cualquier caso, Maduro pueda garantizar la continuidad del proyecto de izquierda del mandatario.
Fernández destacó que algunas encuestas que han medido otros liderazgos dentro del chavismo detectaron que "no hay un segundo de abordo que alcance ni remotamente al presidente Chávez, pero entre los posibles segundos había un hombre que destacaba y ese es Nicolás Maduro", dijo./AFP