A pesar que desde el pasado 13 de junio el Gobierno le comunicó al Eln en la mesa en Quito, Ecuador, su disposición de iniciar la discusión de un cese el fuego bilateral y que el jefe negociador de esa organización, Pablo Beltrán, dijo que la meta era acordarlo antes de la llegada del papa Francisco a Colombia en septiembre, parece surgir nuevos escollos en ese propósito, pues esta guerrilla hizo ayer varias exigencias más.

El Eln desde el principio de las negociaciones en Quito para un acuerdo de paz propuso a la administración Santos implementar de entrada un cese el fuego y de hostilidades para generar un ambiente más propicio a la mesa.

El Gobierno se negó señalando que la discusión sobre ese tema solo sería posible en el momento en que el Eln cesara  sus acciones terroristas contra la infraestructura energética y petrolera, al igual que no secuestrara más.

Beltrán dijo la semana pasada que el cese el fuego bilateral que se lograría “sería como un saludo a la visita. Esas visitas a Colombia son cada 20 años, entonces es la oportunidad de un alivio en general en términos de lo que implica el cese, pero también un saludo a la visita del Papa y que se conozca a nivel del mundo que también se sigue buscando una paz completa”.

El líder rebelde dijo en esa oportunidad que “cada parte hemos puesto sobre la mesa una lista de las acciones que le exige al otro que se cesen mientras el cese”, como sería en el caso de esta guerrilla más acción del Estado contra los grupos paramilitares que copan territorios que dejaron las Farc y están asesinando líderes sociales.

“Si los grupos paramilitares en muchas regiones pasaron de ser grupos de 10 a grupos de 100 y se pasean arriba abajo, las comunidades denuncian eso pero los oficiales militares y policiales de esas zonas no dicen nada, no hay un combate, pues hay que llamarlos a cuentas. Eso le hemos dicho al Gobierno, a la delegación del Gobierno,  que eso sería buscar neutralizar esa matanza de líderes. Ese es el punto que estamos colocando, que también haya un cese de hostilidades contra los líderes y las comunidades”.

Más exigencias

La delegación del Eln en Quito dio ayer a conocer un comunicado con todas sus exigencias para materializar un cese el fuego bilateral y de hostilidades, en el cual señala que este mecanismo “consiste en la no realización de acciones ofensivas entre las dos partes, lo que se acompañaría con hacer alivios humanitarios, que rebajen intensidad al conflicto y beneficien a la población”.

Para ello, el Eln exige en el comunicado que cese la agresión contra el movimiento popular y las tendencias políticas que están por los cambios en Colombia, y “tomar medidas concretas frente a las autoridades y los mandos de la Fuerza Pública, que están aliados con el paramilitarismo”.

De igual forma exige cesar “el incumplimiento de acuerdos de garantías en Derechos Humanos, adquiridos con el movimiento social así como la judicialización de los líderes sociales y de la protesta social.

De igual manera exige cesar el “hacinamiento infrahumano de la población carcelaria, con medidas efectivas de alivio humanitario; así como frenar las acciones que provocan confinamiento, desplazamiento, bloqueo y control de alimentos, medicamentos y bienes necesarios para el trabajo y supervivencia de las comunidades”.

Ayer, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro, manifestó su deseo que antes de la llegada del Papa se materialice el cese el fuego con esta guerrilla. “Sería lindo que en la visita del Papa se encontraran, por parte del Eln, al menos el cese el fuego que todos deseamos y que ellos lo han prometido más de una vez, pero que no logran realizarlo”, dijo.