CEPAL aboga por cultura de igualdad | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Mayo de 2014

América Latina tiene que "cambiar la cultura de los privilegios por la cultura de la igualdad" para salir de la exclusión y la pobreza y distribuir equitativamente los recursos, afirmó el miércoles en Paris Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.

 

"Igualdad, que no igualitarismo, es solidaridad y acción colectiva, frente a la cultura de los privilegios, donde los que más ganan quieren seguir ganando más y no pagar impuestos", afirmó Bárcena, en entrevista con la AFP, tras asistir a un Foro Económico Europa-América Latina.

La responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe reconoce que hay países donde imponer esa cultura es "muy difícil". "La oligarquia no quiere solidarizarse. En México, por ejemplo, a la larga la desigualdad hace que se imponga la cultura de la ilegalidad, de la violencia, de la delincuencia", asegura.

No hay ni modelos ni recetas únicas para desarrollar un país. "Pero hay una cosa que sí hay que hacer, y es la política fiscal", afirma Bárcena. "Progresiva y que la pegue duro a la evasión fiscal", precisa.

La estructura tributaria de América Latina (sólo 18,5% de su PIB proviene de ingresos fiscales) demuestra que hay mucho que hacer, pues ese porcentaje es del 34% en los países desarrollados de la OCDE. Además, la mayoría de los ingresos tributarios latinoamericanos son indirectos (IVA), cuando lo deseable sería generalizar los impuestos progresivos a la renta y al patrimonio, según la responsable de la CEPAL.

 

"La política fiscal ayuda a corregir la desigualdad" asegura Bárcena. "La fiscalidad reduce la disparidad de ingresos" había afirmado el martes Angel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), cuya sede parisina albergó este Foro Europa-América Latina organizado por la CEPAL.

Hay muchos países de América Latina que tienen pendientes el reto de la implementar una política fiscal. Otros lo ha hecho o están en ello, recuerda Bárcena, que cita los casos de Argentina, Brasil, México, Uruguay ("la mejor reforma fiscal fue la uruguaya") o Chile.

 

- El caso de Venezuela -

Hay otros medios para redistribuir, pero tienen su precio. "Venezuela ha hecho un proceso de redistribución como ningún otro país", gracias a sus enormes ingresos petroleros, afirma Bárcena, que cita de memoria "en la última década transferencias de recursos de 150.000 millones de dólares a los sectores más pobres".

"Esa inversión logró cerrar unas brechas de desigualdad enormes" en Venezuela, afirma la directiva de la CEPAL, que destaca sin embargo los "serios problemas macroeconómicos" que sufre este país: "inflación, escasez de productos, el problema de los dobles tipos de cambio".

 

Bárcena alude al caso de los muy altos subsidios a la gasolina en Venezuela, que conduce a curiosas paradojas: "un vaso de agua cuesta en este país más caro que su equivalente de gasolina", cita como ejemplo.

El fin de esos subisidios le permitiría al país "recomponer sus finanzas públicas" y acometer una "urgente diversificación productiva" asegura la Secretaria ejecutiva de la CEPAL.

- Las "generaciones" de TLC -

La apertura comercial al mundo, y los Tratados de Libre Comercio (TLC) pueden ser otro de los medios para lograr riqueza. Pero Bárcena advierte: "Hay varias generaciones de TLC", y las más viejas son las más peligrosas.

 

La última generación, "la tercera o la cuarta" es la que se hace de "bloque a bloque", como el reciente entre América Central y la Unión Europea (UE). "Centroamérica gana al relacionarse como bloque", afirma Bárcena.

En cambio, el aún en negociaciones UE-Mercosur se enfrenta a algunos escollos. "No puede ser que Europa quiera que América Latina sea exportadora sólo de materias primas. Mercosur expresa su resistencia a perder" su industria con "aranceles altos", justifica Bárcena.

De "primera generación" fue, en opinión de la secretaria de la CEPAL, el TLC de México con Estados Unidos y Canadá, pues tenía muchas "asimetrías" que penalizaban a México.

Hoy, 20 años después de ese acuerdo hay "algunas buenas noticias para México", que exporta por "más de 1.000 millones de dólares diarios", con ventas destinadas en un 80% a Estados Unidos, recuerda.

 

"Pero ¿cuánto de ello se ha traducido en desempeño (crecimiento) económico (para todos)?" se pregunta Bárcena, de nacionalidad mexicana. "Ahí hay dudas", admite.