Líderes de todos los continentes celebraron este martes el compromiso de Estados Unidos y Cuba para normalizar sus relaciones bilaterales, poniendo fin a más de cinco décadas de hostilidades entre dos históricos adversarios.
Desde China hasta casi todos los mandatarios de América Latina, las reacciones al discurso del presidente estadounidense, Barack Obama, y al del su par cubano, Raúl Castro, que se dirigió a la misma hora a los cubanos por televisión, fueron eufóricas.
En un discurso que dejó atrás uno de los últimos lastres de la Guerra Fría, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el inicio "de discusiones con Cuba para restablecer relaciones diplomáticas interrumpidas desde enero de 1961".
Eso implica que "Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y altos funcionarios visitarán Cuba", anunció el miércoles.
Simultáneamente, el presidente cubano Raúl Castro afirmaba haber "acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas" con Washington.
"El aislamiento sometido a la isla no ha funcionado; es hora de cambiar de política", dijo Obama en su alocución, en la que se comprometió a suavizar el embargo comercial que impuso Estados Unidos a Cuba.
China señaló este jueves que "celebra y apoya la normalización de las relaciones bilaterales" y exhortó a Estados Unidos a levantar el embargo contra Cuba.
Pero ambos países deben resolver varios asuntos internos antes de celebrar el levantamiento del embargo que pesa sobre la isla.
- Nueva era, nuevos desafíos -
"En el cambio más importante de nuestra política en más de 50 años, pondremos punto final a un abordaje obsoleto que por décadas fracasó en defender nuestros intereses, y comenzaremos a normalizar las relaciones entre los dos países", afirmó.
Pero Obama no pudo anunciar el fin de las sanciones comerciales, ya que es el Congreso el que debe hacerlo.
El presidente estadounidense sí se comprometió a impulsar en el parlamento "un debate honesto y serio sobre el levantamiento del embargo".
El anuncio de Obama se topó el mismo miércoles con una fuerte resistencia en el Congreso, dominado por los republicanos y reacio a cualquier acercamiento con Cuba mientras el país siga gobernado por el régimen castrista.
El senador republicano Marco Rubio calificó el acuerdo entre Obama y su homólogo cubano de "inexplicable", y dijo que sólo retrasará aún más la transición de Cuba del comunismo a un sistema democrático.
"La Casa Blanca ha concedido todo y ha ganado poco", señaló el legislador cubano-estadounidense.
"Tengo planeado usar todas las herramientas a nuestra disposición como mayoría para revertir la mayor cantidad posible de estos cambios", dijo.
- Un largo camino -
La decisión de Obama de cambiar la política hacia Cuba ocurre tras más de un año de negociaciones con el auspicio de Canadá y en las que el papa Francisco actuó de mediador.
"Con estos cambios pretendemos crear más oportunidades para los estadounidenses y los cubanos e iniciar un nuevo capítulo entre los países de las Américas", dijo Obama.
"Todos somos americanos", agregó en español.
Después de un embargo comercial a Cuba desde hace más de 50 años, la Casa Blanca dijo que ampliará la cantidad de dinero que los ciudadanos estadounidenses pueden enviar al empobrecido país comunista y abrirá el flujo de turistas estadounidenses que viajan allí, revitalizando la alicaída economía cubana.
Gary Hufbauer, del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington advirtió que "esto es sólo el comienzo de un largo camino hacia la normalización".
"En su mayor parte, las empresas estadounidenses todavía están bloqueadas, no sólo por las sanciones de Estados Unidos, sino también por la pesada mano del Estado en Cuba", acotó.
De momento, la inversión y el comercio permanecerán estrictamente controlados bajo las leyes aprobadas por el Congreso estadounidense y las propias restricciones del régimen cubano, manteniendo a raya intentos para entrar en el mercado cubano por parte de industrias estadounidenses, desde las hoteleras hasta las compañías petroleras y fabricantes de automóviles.
"El pueblo cubano y la resistencia cubana en la isla y en el exilio va a continuar y perseverar en su lucha hasta obtener la plena libertad de Cuba", señaló en Miami Sylvia Iriondo, de la organización Madres y Mujeres Anti-Represión (M.A.R.) por Cuba.
En Cuba, la disidencia advirtió que "no era el momento oportuno para esas medidas, pues debía esperarse un gesto decidido de La Habana sobre los derechos humanos".
- Intercambio de detenidos -
Los anuncios ocurrieron pocas horas después de la decisión de Cuba de liberar al estadounidense Alan Gross, quien había sido condenado a 15 años de prisión por espionaje. Washington había insistido en que su detención desde 2009 era un obstáculo al acercamiento diplomático.
Cuba y Estados Unidos acordaron un intercambio de prisioneros, que permitió la liberación de tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplían pena por espionaje en cárceles estadounidenses. Todos ellos se encuentran ya en La Habana.
Obama también anunció que Cuba "liberó a uno de los más importantes agentes de inteligencia que Estados Unidos haya tenido en Cuba y quien ha estado en prisión por casi dos décadas".
Nota: Foto CNN