“El presidente ha realizado una solicitud muy respetuosa. Él ha pedido que le den un cariñito y es que empecemos las conversaciones, el diálogo a partir del martes, pero sobre la base que los campesinos pongan fin al bloqueo, aquí pierde es la población de Norte de Santander”.

 

Así resumió ayer el vicepresidente Angelino Garzón el estado de las conversaciones del Gobierno con los líderes campesinos del Catatumbo, tras 35 días de paro.

Garzón se reunió largamente con los campesinos, escuchando las peticiones y planteando las exigencias del Gobierno para empezar a evacuar los puntos expresados por los labriegos.

La principal, como lo dijo el vicepresidente Garzón, es el levantamiento de los bloqueos.

 

Los líderes campesinos quedaron de dar una respuesta esta tarde a las 3, cuando vuelvan a sentarse a conversar.

Una de las posibilidades que se contemplan es que se pase de un bloqueo total a uno parcial o escalonado, de tal manera que, por ejemplo, se permita el ingreso de una caravana de alimentos solo desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde.

El vicepresidente Garzón dijo que es importante el ingreso de alimentos que permita superar el problema de desabastecimiento que afecta a mujeres, niños y ancianos, respetando el derecho internacional humanitario.

Eugenio Guerrero, uno de los líderes campesinos, le dijo a RCN La Radio, que están dispuestos a “dejar pasar la caravana de alimentos de 7 de la mañana a 2 de la tarde y de esta forma seguir dialogando. El presidente nos pide que levantemos el paro para negociar. Nosotros le pedimos que no podemos levantarnos de la vía hasta que no se logren dos acuerdos, cuando inicialmente eran cuatro".

 

Esos puntos son: subsidio de dinero para familias que vivían de los cultivos ilícitos y conseguir una ruta para seguir avanzando con el tema de las reservas campesinas.

 

Mejor ambiente

Como positivos calificó el vicepresidente Garzón los avances de este fin de semana.

El presidente Juan Manuel Santos, luego de una reunión sostenida el viernes con Garzón, lo designó para acompañar el proceso de diálogo que se ha venido adelantando con los campesinos.

El Gobierno había suspendido el diálogo, rechazando decretar "por presión" una zona de reserva campesina.

"Tenemos toda la disposición para acordar programas con los campesinos, pero no vamos a poner en juego la autoridad del Estado y la seguridad de los colombianos", dijo Santos el jueves, a la vez que enfatizó que a las reservas campesinas "no se puede llegar por la presión de las vías de hecho".

 

Este fin de semana, las partes expusieron sus propuestas. "La reunión ha sido muy positiva y en común acuerdo los voceros de la Asociación Campesina del Catatumbo y el Gobierno nacional, nos hemos puesto de acuerdo en que vamos a realizar unas consultas. Ellos van a consultar con su comunidad y yo voy a consultar unos temas con el Presidente de la República. Hay un buen ambiente de respeto recíproco de los problemas sociales de la región y ante todo una gran voluntad por encontrar una solución a los problemas", señaló Garzón.

Para el alto funcionario, tanto Gobierno como líderes campesinos presentaron diferentes alternativas para solucionar la crisis del Catatumbo, pero afirmó que todo dependerá de las decisiones que tome el presidente Santos a quien le comunicará las conclusiones del encuentro.

 

Garzón reiteró que con hechos violentos no se podrá llegar a un diálogo y mucho menos a las soluciones que quiere la comunidad, por lo que llega dispuesto a escuchar cada una de las propuestas presentadas por los campesinos.

"No queremos empezar de cero, queremos tener en cuenta lo que llevaban adelantado los voceros de los campesinos y el Gobierno en los pasados diálogos", señaló Garzón a los periodistas.

"Quiero ser garante del respeto recíproco y de que creemos confianza para que todos podamos contribuir a disminuir la violencia y a consolidar espacios de confianza", agregó.

 

Por su parte, César Jerez, representante de los campesinos, reconoció que hay un mejor ambiente en las conversaciones con el Gobierno para solucionar la crisis de la región.

"Tenemos todas las propuestas, un pliego, una metodología y nuestra voluntad, pero esperamos que esta vez el Gobierno sí responda con la voluntad necesaria para llegar a acuerdos que solucionen la profunda crisis económica, social y humanitaria del Catatumbo", dijo.

"Fue una conversación en un ambiente mucho más ameno y distensionado. El señor vicepresidente al final del día ha hecho una propuesta y nosotros le hicimos una contrapropuesta que permita finalmente llegar a un acuerdo", precisó Jerez.

El vicepresidente Garzón también se reunió con el alcalde de Tibú, Gustavo León Becerra, para evaluar las pérdidas dejadas por el bloqueo de vías.

 

Al mismo tiempo se realizó otro encuentro en donde participará el obispo de Tibú, Ómar Alberto Sánchez, así como el viceministro de Trabajo, José Noé Ríos; y el delegado de Naciones Unidas, Thodd Howland. Esta reunión analizó el tema humanitario, y el derecho a la movilidad y la educación.

Ellos interactuaron con la comisión para habilitar las vías lo más pronto posible, integrada además por el gobernador de Norte de Santander, Édgar Díaz, y los líderes campesinos.

 

El vicepresidente Garzón dijo que el Gobierno seguirá buscando una solución que permita terminar las protestas, agregando que se insistirá en que los campesinos levanten los bloqueos que afectan el libre tránsito y la distribución de productos básicos en los 11 municipios que conforman la región del Catatumbo.

Las negociaciones anteriores se levantaron el pasado jueves ante la falta de un acuerdo sobre la creación de una Zona de Reserva Campesina (ZRC) y la suspensión de la erradicación manual de cultivos de hoja de coca, propuestas formuladas por los campesinos.

En enfrentamientos registrados el viernes entre campesinos y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía que intentaron impedir el avance de algunos campesinos hacia Tibú se registraron 17 heridos, dos de ellos policías, según informaron las autoridades locales.

 

"Los enfrentamientos dejaron 17 heridos, dos de ellos policías, pues los manifestantes usaron ácidos y explosivos artesanales y los que quedaron y encontramos fueron destruidos", aseguró el general Yesid Vásquez, comandante de la Regional número cinco de la Policía Nacional.