Lo ocurrido con el general (r) Mauricio Santoyo, quien admitió antela justicia estadounidense sus vínculos con grupos paramilitares, debe llevar a una profunda reflexión sobre cómo están funcionando nuestras instituciones, la contrainteligencia y a adoptar estrictos controles que impidan que hechos como éste vuelvan a ocurrir.
Así lo considera el procurador Alejandro Ordóñez, al tiempo que calificó el caso Santoyo como “una vergüenza nacional, que sonroja y lesiona al Estado colombiano e indigna a la sociedad”
Ordóñez agregó que en su momento el Ministerio Público investigó a Santoyo por las denuncias en su contra, específicamente cuando era comandante del Gaula.
Por su parte el fiscal general, Eduardo Montealegre dijo que Santoyo tiene en Colombia pendientes cuatro procesos judiciales, uno de ellos por lavado de activos provenientes del narcotráfico y, otro, por interceptaciones telefónicas ilegales.
Sin embargo explicó que será imposible procesarlo en Colombia si la sentencia en Estados Unidos es por los mismos delitos. “En ese momento habría cosa juzgada”, indicó.
La sentencia contra Santoyo la proferirá la justicia norteamericana el 30 de noviembre.