Caso grafitero: no a petición de nulidad | El Nuevo Siglo
Lunes, 18 de Noviembre de 2013

La Juez Primera Penal del Circuito de Bogotá de Descongestión, con funciones de conocimiento, negó a la defensa del patrullero de la Policía Wilmer Alarcón Vargas, la nulidad del proceso, al considerar que no existen razones válidas para volver atrás.

En su decisión la togada consideró que  en ningún momento se le está vulnerando el debido proceso al patrullero, como lo expuso el defensor, ya que en la actualidad por razones de la investigación se hizo necesario adelantar un proceso por el homicidio del joven Diego Felipe Becerra, y otro por la alteración del sitio donde se presentó el hecho.

Indicó la juez de segunda instancia que se opone a la nulidad porque  la solicitud es una petición extrema y en este caso no se demostró que ello ocurra.

Wilmer Alarcón  Vargas es procesado por el hecho ocurrido el 19 de agosto del 2011, en el norte de Bogotá, donde a causa de un disparo falleció el joven de 17 años Diego Felipe Becerra; hecho por el cual se le imputó el delito de homicidio agravado.

Por su presunta actuación en la escena de los hechos el Fiscal 295 imputó a Alarcón Vargas los delitos de  fraude procesal, tráfico, fabricación y porte de armas de fuego, agravado, atenuación y supresión de elementos materiales probatorios y falsedad ideológica en documento público, agravado.

A Freddy Esneider Navarrete Rodríguez, quien  responde en otro proceso por el delito de hurto, el  fiscal anticorrupción,  le imputó los delitos de  favorecimiento al homicidio, fraude procesal, tráfico, fabricación y porte de armas, de fuego, agravado, atenuación y supresión de elementos materiales probatorios y falsedad ideológica en documento público.

El fiscal del caso señaló que la escena de los hechos fue alterada al ser colocada en el sitio un arma de fuego que según algunos testigos, no concuerda con la que presuntamente llevaba un sujeto que  atracó un bus de servicio público, hechos de los cuales se señala al menor fallecido.

Asimismo indicó que se pudo establecer que  la denuncia del conductor de la buseta,  fue falsa, ya que para el momento de los hechos, el automotor en mención tenía pico y placa ambiental. Con  su accionar y sus declaraciones  falsas los implicados en el proceso buscaban crear un perfil criminal en la víctima.

También se determinó que el arma colocada al menor muerto no era apta para disparar, y una vez realizada la prueba de absorción atómica, se comprobó que joven grafitero nunca activó tal arma, pues  se confirmó que sus manos solo tenían pintura con la cual  grababa el grafiti, al momento de  ser sorprendido por los policías.

En la actualidad  Freddy Esneider Navarrete Rodríguez se encuentra preso en instalaciones de la cárcel Nacional Modelo, mientras que  Wilmer Antonio Alarcón Vargas está recluido en la cárcel de uniformados de Facatativá.