Por solicitud de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, el Juzgado Doce Penal del circuito de Bogotá profirió medida de aseguramiento en centro de reclusión contra los coroneles de la Policía Nacional Nelson de Jesús Arévalo Rodríguez y José Javier Vivas Páez.
Los hechos materia de investigación se relacionan con su participación como coautores en la presunta manipulación de la escena del crimen en donde fue muerto el grafitero Diego Felipe Becerra por parte del patrullero Wílmer Alarcón el 19 de agosto de 2011.
De acuerdo con el fiscal del caso, el coronel Arévalo Rodríguez dio la orden a Alarcón de bañarse las manos con su orina para borrar cualquier rastro que pudiera comprometerlo en un proceso judicial. Asimismo, el representante del ente acusador, al solicitar la imposición de la medida de aseguramiento, aseguró que no es posible manipular un lugar custodiado por uniformados sin “la aquiescencia y asentimiento de los superiores”.
Por su parte, la jueza del caso advirtió que Arévalo Rodríguez conoció de la modificación de la escena, toda vez que la regla general enseña que nunca es tan demorada la confección del informe policial como sucedió en esta ocasión.
La orden de reclusión se dio porque hay probabilidad de obstrucción de la justicia por parte de los investigados y son considerados un peligro para la sociedad. “Parece que estos uniformados perdieron el rumbo, tienen una misión encomendada por los ciudadanos representados por el Estado, quienes esperan la protección y cuidado, pero recibimos un abuso desmedido”, sostuvo la jueza al justificar la orden de reclusión.
Arévalo y Vivas serán recluidos en el pabellón de servidores públicos de la cárcel La Picota en Bogotá.