Por un periodo de 15 años, el Ministerio Público destituyó e inhabilitó a Wilmer Alarcón, patrullero implicado en la muerte del joven Diego Felipe Becerra.
El ente de control calificó de “gravísimos” los hechos en los cuales perdió la vida el grafitero, quien en las primeras investigaciones fue señalado de haber asaltado un bus de servicio público en Bogotá.
Para la Procuraduría General de la Nación, quedó claro que el uniformado disparó por la espalda al grafitero, cuando éste se encontraba corriendo. Se demostró que no portaba ningún tipo de arma, “solo llevaba una mochila en la que guardaba cuatro aerosoles”.
Igualmente, el patrullero habría obstruido la investigación, alterando la escena del crimen, donde murió el joven, colocando un arma, que según la investigación no pertenecía al grafitero.
El fallo determinó que el patrullero actuó de manera dolosa. “Vulneró el derecho a la vida”. Dice un aparte del fallo.
Cabe recordar que el joven murió minutos después de recibir el disparo, en confusos hechos el pasado 19 de agosto de 2011.