Casa de Paz, spa para el alma: Paula López | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 1 de Septiembre de 2017

“Casa de Paz es un spa para el alma”, así define su fundación la logoterapeuta, Paula López, quien debido a una grave enfermedad que ha padecido, convirtió su dificultad en una posibilidad para el desarrollo emocional propio y el de todas aquellas personas que han necesitado refugiarse en su centro de crecimiento humano, ubicado en Subachoque.

López conversó con EL NUEVO SIGLO sobre su proyecto insignia que ha beneficiado a más de 12 mil jóvenes, entre ellos los soldados heridos de guerra del Batallón de Sanidad.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo nace Casa de Paz?

PAULA LÓPEZ: Casa de Paz es un proyecto que nace hace ocho años de un proceso de crecimiento personal que empecé hace 20 años en donde comencé a ver la manera de ayudar a las personas que se encontraban en dificultad emocional y espiritual. Muchas empresas y fundaciones buscaban la manera de ayudar a las personas en lo material y en lo económico, pero yo tenía siempre una inquietud muy grande y era que no había fundaciones que ayudaran al crecimiento humano porque las personas tratan de ayudar primero en las carencias tangibles y materiales, pero había un gran sufrimiento humano que era la parte emocional de la vida interna de los seres humanos que es algo que no se ve y que hace parte de todas las personas.

ENS: ¿Requirió de este tipo de ayuda para llegar a esa iniciativa?

PL: Mi vida fue marcada por dos momentos importantes que fue una enfermedad con la que he cargado desde que nací, que afecta todo mi aparato digestivo, entonces desde los tres meses hasta hace unos ocho años he sido sometida a cerca de siete cirugías en donde me han tenido que ir cortando casi todo mi intestino. Esa enfermedad ha sido mi maestra porque por ella he tenido que superar el miedo a morir y en todo este proceso entendí que si Dios permitía que yo viviera era porque yo tenía un propósito en mi vida, el cual me dediqué a descubrir porque era muy raro que yo no hubiera fallecido por esa enfermedad y desde mi propia historia de vida empecé a ver cómo podía crear una fundación para ayudar a las personas.

ENS: ¿En qué basó la creación de su Fundación?

PL: Aprendí a abrazar la enfermedad, a hacerla mi amiga y a convivir con ella porque casi todos los días me siento débil, entonces ahí empecé un proceso de formación como acompañante espiritual, me formé como logoterapeuta que es una escuela de psicología que aborda la dimensión espiritual, que es el pensamiento de Víctor Frankl, un sobreviviente del holocausto que crea la tercera escuela de psicología de Viena, en donde él dice que el ser humano tiene una dimensión espiritual y que en esa dimensión espiritual están depositadas todas las herramientas que el ser humano necesita para anteponerse ante cualquier dificultad en la vida.

ENS: ¿En qué consiste Casa de Paz?

PL: Casa de Paz es un centro de crecimiento humano en donde con un equipo interdisciplinario nos dedicamos a hacer apoyo espiritual y psicológico más que todo a jóvenes. A hoy hemos acompañado y ayudado a más de 12 mil jóvenes, recibimos un promedio de 2 mil jóvenes al año y de ese proyecto hace tres años nació uno de los que más me mueven que es         la restauración emocional de los soldados heridos de guerra. Nosotros llevamos a nuestro centro de crecimiento en Subachoque, Casa de Paz, un spa para el alma, jóvenes de todas las universidades de Colombia, de todos los colegios y donamos unas becas a todos los soldados jóvenes heridos de guerra, entonces hacemos una conexión emocional y espiritual de los jóvenes de Colombia que están en procesos de universidad o de colegio y los invitamos a convivir durante un fin de semana con los soldados del Batallón de Sanidad. Soldados que han sido heridos por minas antipersonales, que han sido mutilados en sus piernas, en sus brazos, que han perdido la vista y ellos comparten durante ese fin de semana sus experiencias desde su realidad personal.

ENS: ¿Cuál es el proceso que viven los jóvenes que llegan a Casa de Paz?

PL: Mientras el Gobierno a los soldados que sufren mutilaciones les da prótesis para su dimensión biológica, Casa de Paz les da prótesis para el alma en este acompañamiento. Ellos vienen un fin de semana a un espacio de reflexión, donde tienen la oportunidad de desahogarse, de llorar mucho, de descargar todos sus sentimientos donde nosotros los acompañamos a hacer unos procesos de perdón, de resignificación del dolor para salir a la resiliencia y que puedan tener en cierta manera vidas nuevas desde los novedosos seres que son llamados a ser, potencializando su dimensión espiritual.

ENS: ¿Cuál es la relación de la logoterapia con los jóvenes?

PL: Hoy en día el común denominador que encuentro en los jóvenes es la soledad, ellos están muy conectados a las redes sociales, pero están encerrados en la soledad en cada una de sus habitaciones, desconectados de sus familias. En Casa de Paz tenemos otros proyectos desde la espiritualidad que es el acompañamiento sin ningún marco religioso. Nosotros estamos abiertos a toda la sociedad y respetamos la creencia espiritual y el camino religioso que cada persona elije porque esa es una de las posturas que abraza la logoterapia que es encontrar el sentido del sufrimiento.

ENS: ¿Qué más podemos encontrar en Casa de Paz?

PL: Tenemos otro proyecto que es el acompañamiento a las empresas para humanizar el liderazgo, hemos trabajado con diversas empresas y la idea es que la vida personal del trabajador no afecte su ámbito laboral, y la carga laboral que tienen las personas en su ámbito laboral no la lleven a sus familias y que las personas tengan un equilibrio entre su vida laboral y personal sin que un espacio contamine al otro. En Casa de Paz acabamos de abrir un portafolio de servicios en donde las personas pueden alquilar nuestras instalaciones para hacer sus eventos, matrimonios, conferencias para sus empresas y todos los eventos que quieran, lo cual nos ayuda a subsidiar la fundación, ya que anteriormente recibíamos donaciones de la empresa privada, pero por la situación tan difícil del país han tenido que retirar sus ayudas.

 

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