La Casa Blanca afirmó este lunes que está "confiada" sobre el éxito de las negociaciones con el Congreso para evitar una crisis fiscal a inicios de 2013 en Estados Unidos, y saludó declaraciones de los republicanos sobre un aumento de los ingresos fiscales, lo cual supone más impuestos.
"Estamos confiados de que podamos alcanzar un acuerdo" para evitar el llamado "precipicio fiscal", dijo el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney. El "precipicio fiscal" es una serie de recortes automáticos del gasto público y aumentos de impuestos según la ley vigente, que según expertos podría arrastrar a la primera economía mundial a una nueva recesión si se concreta.
Carney informó que Obama mantuvo contactos telefónicos durante el fin de semana con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
"Seguimos siendo optimistas en relación a la posibilidad de lograr un acuerdo equilibrado, de efectuar recortes pero también de incluir un aumento de los ingresos fiscales", destacó Carney.
"Todavía hay que trabajar", agregó en referencia a que las conversaciones siguen en curso entre el Ejecutivo y el Congreso, parcialmente en manos de los republicanos.
El portavoz también celebró las declaraciones efectuadas este lunes por algunos republicanos, que se desmarcaron del principio de no aumentar los impuestos en Estados Unidos, un texto creado e impulsado por el influyente activista conservador Grover Norquist.
Para Carney, esto representa un "cambio de tono" y es bien recibido.
De no lograrse un acuerdo antes de principio del próximo año, se pondrá fin a exenciones impositivas, sumado a drásticos recortes en el gasto público.