La carga fiscal en Colombia apenas llega al 15 por ciento y es menor a la de muchos países para atender programas sociales, contrario a lo que han señalado varios analistas.
De acuerdo con el profesor de la Universidad Nacional, Orlando Villabona, “la carga fiscal en Colombia es baja comparada con otros países como Dinamarca o Suecia, donde esta cifra asciende al 47%, y en el país es del 15%. Es decir, ellos tienen tres veces más recursos para atender programas sociales”.
El catedrático comentó en un foro denominado “Reforma tributaria ¿Otra vez? ¿Por qué?”, que la clase dirigente del país no está interesada en que los impuestos suban.
“Los gremios alegan que estos son muy altos, pero realmente pagamos muy poco, contrapuesto a otros países”, puntualizó.
Según el experto, es absurdo que en el país no existan impuestos a los dividendos, figura que se encuentra en otras latitudes.
“En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), adonde Colombia quiere ingresar, se paga alrededor del 24% de impuesto a los dividendos. En Inglaterra y en Estados Unidos se paga hasta el 30%”, explicó.
El vocero de la Red de Justicia Tributaria, Mario Valencia, aseguró que “en el sector financiero y minero se concentra la mayor parte de los beneficios tributarios, que tienen un costo fiscal sumamente alto para la Nación, de alrededor de $9,2 billones al año”.
Por otra parte, Isidro Hernández, profesor de Política Económica de la Facultad de Ciencias Económicas, también estuvo de acuerdo con que la reforma tributaria es conveniente por el desbalance fiscal y porque en los próximos cuatro años se puede entrar en un problema de déficit, que se tiene que empezar a corregir desde ya.
El profesor Hernández remarca que Colombia tiene una tradición de un Estado débil, tributariamente hablando. “Desde 1821 se ha argumentado que el Estado debe ser pequeño, lo que significa no gastar. Entonces, como no hay que hacer nada, ¿para qué tributamos?”.
Así concluyó que a principios del siglo XX la tributación no pasaba del 5% del PIB, hoy no pasa del 16% del PIB, comparado con el 40% o 45% de países desarrollados.
De otro lado, según el Institute for Management Development (IMD), Colombia es uno de los países que presenta mayor evasión de impuestos, cifra que no está cuantificada de forma real.
El 40% de los entrevistados en una encuesta señala que las principales causas de evasión señalan a la corrupción como la primera; en segundo lugar se ubicó el bajo riesgo percibido al evadir; en tercero, el beneficio económico propio; en cuarto, la falta de educación y cultura fiscal; y en quinto, las leyes laxas. También se mencionaron la complejidad e inestabilidad del sistema y los beneficios concedidos a terceros.
Indica el informe que la corrupción está alimentada por impunidad, penas laxas y cortas, negociaciones con la Fiscalía, casa por cárcel, condenas en batallones militares con algunas libertades, asilos injustificados, entre otras medidas.
Es recomendable generar leyes que asignen prisión a los defraudadores, como las hay en todo el mundo, al tiempo que debe existir igualdad en los castigos, sin discriminación por clases sociales o privilegios políticos.