Este sujeto inició su carrera criminal a los 15 años, las autoridades venezolanas lo acusan de participar en un fallido atentado contra el presidente de la República Bolivariana en agosto pasado
Fue jefe de sicarios y quien manejó las líneas de estupefacientes dentro de la organización de Oscar Alcántara González alias ‘Mosco’, cabecilla del Bronx capturado en Ecuador luego de una intensa investigación realizada por policías de ambas naciones
Alejandro Caicedo Alfonso de 21 años, tiene a su corta edad un largo prontuario criminal que además de comprometerlo en actividades de narcotráfico, homicidio y concierto para delinquir, tiene aun situaciones por esclarecer ante diferentes jueces en Ecuador, Venezuela, Bolivia y Colombia.
Sus actuaciones criminales vienen desde el 2.007 cuando apenas tenía 15 años y llegó a Bolivia en donde fue participé de varios atracos a entidades y establecimientos públicos, allí fue aprehendido y recluido en un centro para menores por espacio de un año; luego se estableció un buen tiempo en Perú en donde siguió su carrera criminal hasta que decide ubicarse en la hermana Republica de Ecuador en donde conoce a alias ‘Mosco’.
Como bien es sabido por la opinión publica, Oscar Alcántara González alias ‘Mosco’, fue uno de los más temidos y peligroso cabecillas del Bronx, quien desde 2010 intentó multiplicar el negocio del microtráfico en varias ciudades ecuatorianas para convertirlas en gigantescas ‘plazas de vicio’, fungía como un gran empresario dueño de edificios, discotecas, lavanderías y bienes raíces, todo esto producto del ilegal negocio implantado en Quito, Guayaquil y Manta.
Alias ‘Mosco’ encontró en ‘Scooby’ o ‘David Villa Gallegos’, como se hacía conocer en Ecuador a un aprendiz perfecto para profesionalizarlo en la vida delincuencial. Es así, como al poco tiempo este joven toma el control de la organización para la comercialización de los estupefacientes y las estructuras sicariales. Fue capturado en 2.010 por el delito de porte de armas de fuego, gracias a un operativo realizado por la policía ecuatoriana luego de un allanamiento a un lujoso departamento en Quito en donde lo sorprenden con un arsenal.
Luego de pasar un año en prisión, no tomó escarmiento y por el contrario continuó en su actuar delictivo, meses después, un juez del Estado de Pichincha (República del Ecuador), lo solicita con Circular Roja al comprobarle su altísima responsabilidad en varios delitos de narcotráfico y homicidio.
Su situación penal y la inminente captura de su ‘patrón’ en Quito, hace que ingrese de manera ilegal a Colombia y es cuando toma el control por instrucciones del mismo Alcántara González el control del negocio de ‘ollas’ y estupefacientes en un amplio sector de la Localidad de Bosa y el Barrio san Mateo en Soacha. Allí organizó una estructura armada con más de 20 sujetos que garantizarían los pagos y controles territoriales de las deudas de drogas. Con lo que no contaba, es que una Fiscalía Especializada Bacrim en coordinación con la Policía Nacional, tenían una amplia y contundente investigación por varios delitos relacionados con estupefacientes, porte ilegal de armas y concierto para delinquir.
Sus andanzas lo llevan por ultimo a la hermana República Bolivariana de Venezuela, en donde reposa una investigación que lo compromete directamente con un intento de asesinato contra el Presidente Nicolás Maduro; los dos sujetos que lo acompañaron en su travesía, y quienes actuaban como pistoleros de su organización, alias ‘La Chinga’ y alias ‘Erick’, fueron capturados por funcionarios de policía judicial venezolana en un paraje cercano a la ciudad se San Cristóbal. En estos momentos continúan las coordinaciones con las autoridades venezolanas para establecer cual fue la real responsabilidad de éste criminal en tan abominable episodio.
Alejandro Caicedo Alfonso fue capturado el 17 de diciembre en el municipio de Bello (Antioquía), la contundencia en las pruebas lograron que se allanara a varios de los delitos imputados (concierto para delinquir, porte ilegal de armas) y se sigue compartiendo y verificando informaciones con policías de otras naciones, quienes también lo requieren por delitos de altísima complejidad.