Ante la falta de claridad en los acuerdos de comercio entre Colombia y Venezuela, la zona fronteriza se ha visto perjudicada en cuanto a índices de empleo. En el caso del Norte de Santander ya son más de 64 mil desempleados a causa del cierre de las exportaciones y el no pago de empresarios venezolanos.
Así lo declaró a EL NUEVO SIGLO el economista de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Carlos Gamboa, quien afirmó que la tasa de desempleo en la región pasó de 13.3 por ciento en 2011 a 16.1 por ciento en febrero de este año.
“Después de un año que, en términos económicos, fue relativamente bueno para la región iniciamos el 2012 con un nivel de desempleo altísimo pero con una amplias expectativas en materia comercial”, dijo Gamboa.
En cuanto a las exportaciones, el funcionario indicó que en 2011 se registró un repunte alcanzado los 406 millones de dólares, mientras que en 2012 las ventas llegaron sólo a 280 millones de dólares.
Sin embargo, Gamboa señaló que aunque el acuerdo de alcance parcial que firmaron las dos nacional ha dado algo de confianza a los empresarios de Santander, hay por lo menos 92 productos sensibles que se verán afectados en el comercio bilateral.
Según el economista, entre los más afectados está la industria de cerámica, carbón y confecciones, las cuales tienen un arancel de 5 a 20 por ciento y una preferencia arancelaria de entre 40 y 60 por ciento.
“Ese es un gran inconveniente para los empresarios de Norte de Santander porque las bajas preferencias arancelarias hacen que el precio de los productos se incremente y se restringa la entrada al país vecino”, aclaró Gamboa.
Sin embargo, el experto dijo que se están trabajando en comisiones administrativas entre ambas naciones para que esta situación se pueda mejorar.
Asimismo, el funcionario de la Cámara de Comercio de Cúcuta advirtió que tampoco son claras las condiciones del transporte internacional ni las formas de pago para que los venezolanos cumplan a los exportadores colombianos.
En cuanto a los pagos, se estaba trabajando una propuesta para que los empresarios de Venezuela pudieran pagar en bolívares a los de Santander y por el contrario los colombianos pagaran en pesos a los del vecino país.
Pero, faltó la aprobación del Banco de la República de Colombia para que este tipo de cambio se pudiera implantar en las relaciones comerciales.
Para Gamboa, pese a los obstáculos que se han presentado en la frontera, hay grandes expectativas con el nuevo acuerdo comercial que podrá generar una nueva ruta en el comercio.
“Hay una confianza relativa pero todo depende de la fluidez de los pagos que se hagan a las compras colombianas. No podemos incrementar el comercio sin estar seguros de los pagos”, dijo.
Además, Gamboa aclaró que si el Gobierno Nacional continúa con el control de cambios que se manejaba con la Cadivi, se mantendrá el ritmo y habrá restricción de exportaciones que se llevará a los resultados de dos años atrás.
En 2011 sólo la región santandereana logró vender 106 millones de dólares a Venezuela, mientras que en 2010, por los problemas de pagos y falta de un acuerdo comercial claro entre las dos naciones, la frontera colombiana vendió sólo 68 millones de dólares.