El cacareado sector de la Inclusión Social y la Reconciliación es un invento llamado al fracaso en medio de tantos egos, intereses personales, disputas políticas y persecución a la gente que desde lo que antes era Acción Social venía haciendo las cosas bien.
La idea del Gobierno era instituir una cabeza que coordinara las actividades de las demás entidades creadas (la agencia contra la Pobreza, las Unidades de Víctimas y de Consolidación Territorial y el Centro de Memoria Histórica) y el ICBF al que incluyeron en ese sector.
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Los independientes. La cabeza del equipo William Bruce Mac Master Rojas, dedicado desde la dirección del Departamento para la Prosperidad Social, DPS, a gastarse lo de los pobres en la nómina, en lobby, en la buena vida, como lo amerita ser el superministro que es, no es más que eso: un funcionario encerrado en su propio mundo y no al frente de una gran responsabilidad.
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Pendientes. Queda mucha gente por tomar posesión de los cargos, especialmente de los que hay para proveer con antiguos servidores de Acción Social porque los nuevos que entran recomendados ya están vinculados; la ejecución presupuestal está en cero y en los eventos que realizan por fuera sacan pecho con proyectos de la anterior administración. Además, el aparato administrativo está controlado por Jorge Iván Gómez, quien está detrás del caos reinante.
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Pobreza. En la Agencia contra la Superación de la Pobreza el asunto es preocupante. Los alcaldes no quieren que les impongan los cogestores sociales desde Bogotá y Samuel Azout está cansado de tragarse los sapos que le sirven desde la Dirección y la Secretaría General del DPS en materia de contratación. Está maniatado, pues ni siquiera ha podido nombrar la nueva planta y en muchas regiones a los cogestores sociales les deben tres meses de honorarios.
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Víctimas. En la Unidad de Víctimas la situación no es diferente: La nieta del ex presidente Betancur, Paula Gaviria, puso las condiciones y se declaró en desacato frente a las orientaciones de Mac Master y su secretario Gómez, y abrió a Mac Master de las decisiones. Allí tampoco hay vinculación por nómina, pero además crearon un concurso de selección para ocupar los cargos en provisionalidad de 700 servidores, en los que según la ley de Víctimas debían nombrar a la gente que venía de Acción Social, concurso que ejecutará la Universidad de Pamplona, Norte de Santander, la tierra de Juan Fernando Cristo, quien realmente manda en esa unidad.
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Molano. En Bienestar Familiar, al ex director de Acción Social, Diego Molano, se le fueron las luces y su cabeza está a punto de rodar, después del debate en el Senado, porque se enfrentó a los políticos que antes lo respaldaron; porque se hirieron muchas susceptibilidades con los viejitos a los que tuvo dos meses sin recibir almuerzos y porque nada tiene que ver el manejo de comunicaciones que tuvo su imagen en su anterior cargo, donde contaba con uno de los mejores equipos de prensa de instituciones públicas.