En la recta final de la campaña, los candidatos a la presidencia de México tuvieron anoche el segundo debate televisivo que se permitió un mejor conocimiento de los candidatos ya que se permitió la confrontación directa y la respuesta a inquietudes de los estudiantes, que desde hace días realizan movilizaciones para exigir solución a sus problemas.
En el debate que se celebró en Guadalajara (Jalisco, oeste) participaron Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), favorito, según la mayoría de las encuestas que le dan una ventaja de más un dígito sobre Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza una coalición de partidos de izquierda agrupados en el Movimiento Progresista y segundo en los sondeos.
Josefina Vázquez Mota, del oficial Partido Acción Nacional (PAN), se enfrentó a sus contrincantes desde el tercer lugar, seguida de Gabriel Quadri, abanderado de Nueva Alianza, un pequeño partido apoyado por el poderoso sindicato magisterial, con menos del 2% de las preferencias.
A diferencia del rígido primer debate presidencial celebrado el 6 de mayo pasado, anoche los candidatos podrán confrontar a sus adversarios libremente en lapsos de 8,5 minutos que les serán concedidos en cada uno de los cinco bloques temáticos que abordarán, informó el Instituto Federal Electoral (IFE).
Las acusaciones entre Peña Nieto y López Obrador subieron de tono el fin de semana con denuncias mutuas ante la autoridad electoral.
El partido de López Obrador presentó ante el IFE una queja contra el PRI por la presunta adquisición encubierta de tiempo en medios de comunicación, principalmente en Televisa, la televisora con mayor impacto en México. Por su parte, el PRI también demandó a la autoridad electoral una investigación contra López Obrador por considerar que hay un doble financiamiento de su campaña a través de Movimiento de Regeneración Nacional, una organización social que apoya al candidato de la izquierda.