Cancelación de último Boden “derriba” corralito argentino | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Agosto de 2012

PAGANDO la última parcela de  un bono que recibieron los damnificados,  Argentina dará hoy por terminado el corralito bancario que en 2001 dejó atrapados en los bancos unos 70.000 millones de dólares de miles de ahorristas.

"Independencia económica", "Terminamos de pagar el corralito" "Sin deuda, somos más libres", se lee en tres televisores ubicados en el hall central del Ministerio de Economía, que mediante un reloj contó  las horas, minutos y segundos que restan para pagar unos 2.300 millones de dólares de la última cuota del Boden 2012.

El Boden 2012 es un bono en dólares que nació del bloqueo de depósitos bancarios (corralito) de fines de 2001 y fue ofrecido a los ahorristas como una alternativa a la pesificación compulsiva de sus cuentas bancarias en dólares.

Los detalles de la operación que cancelará la última de ocho cuotas que se comenzaron a pagar en 2005, por un monto global de 19.600 millones de dólares, serán anunciados por la presidenta Cristina Kirchner en un acto el jueves en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

"No es un capricho presentar esta operación como un acto de independencia, en un marco internacional donde el costo de la salida de la crisis la está pagando la gente", dijo el jueves el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

El corralito fue uno de los hechos más traumáticos de la debacle económica que derivó en la caída del entonces gobierno de Fernando de la Rúa (1999/2001), el 20 de diciembre de 2001, en medio de una rebelión popular que dejó una treintena de muertos.

En aquellos días cuando se sucedieron cinco presidentes en una semana, Argentina declaró el default por unos 100.000 millones de dólares, el más abultado de la historia.

El exministro de Economía Roberto Lavagna, artífice de la reactivación argentina a partir de 2002, aseguró a la AFP que el corralito fue un "acto desesperado que no hizo más que agravar la situación".

"El corralito, que después fue seguido por el corralón (bloqueo de cuentas corrientes), inmovilizó todos los depósitos del público en los bancos y fueron (ambos) un mal remedio, un intento de no reconocer la realidad", señaló Lavagna, crítico de la convertibilidad con paridad cambiaria uno a uno del peso y el dólar, vigente entre 1991 y 2002.

Según Lavagna, en 2001 lo que había que hacer era "cambiar el conjunto de la política económica".

Para el ex funcionario, el corralito dejó "cicatrices en la conciencia colectiva" de los argentinos.

Alberto Aran, de 70 años, fue uno de los miles de ahorristas que en 2001 y 2002 se movilizaba a diario en el centro financiero de Buenos Aires para reclamar la devolución de sus ahorros, golpeando con martillos y otros objetos las persianas bajas de las entidades bancarias.

"En 1994 me despidieron y cobré una indemnización. Deposité mis ahorros en caja de ahorros en dólares en uno de los mejores bancos, el Scotianbank", recordó a la AFP.

El hombre relató que su esposa ahora fallecida sufría una rara enfermedad, y que por el corralito no pudo "retirar ni un solo centavo de dólar para los tratamientos y los medicamentos importados, que tampoco se conseguían".

El senador opositor Nito Artaza (UCR, socialdemócrata), quien desde 2001 se puso a la cabeza de un grupo de ahorristas damnificados, fustigó la forma de salir del corralito.

"Los Boden 2012 consistieron en socializar la deuda de los bancos, en estatizar la pérdida de los bancos. Los Boden 2012 son parte de esa deuda: hoy los que están brindando son los banqueros. Con esto termina de cerrarse la estafa perfecta, el latrocinio que significo el corralito, pero hay miles de personas que todavía no cobraron sus ahorros", aseguró a la AFP.

Se estima que el 70% de los tenedores del Boden 2012 son fondos de inversión internacionales, y unos pocos damnificados originales aún conservan el título.

En las últimas semanas, algunos inversores se volcaron al bono como forma de evitar el cepo cambiario y las restricciones a la compra de divisas impuestas meses atrás por el gobierno de Kirchner para preservar las reservas, de unos 46.000 millones de dólares (una cifra que incluye los encajes bancarios correspondientes a depósitos en dólares).

Además del Boden 2012, Argentina afrontará a fines de este año otro abultado compromiso, el Cupón-PIB por unos 3.000 millones de dólares.

En 2005 y 2010, durante los gobiernos del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa y sucesora Cristina Kirchner, Argentina reestructuró el 95% de la deuda en default, y en 2006, canceló en un solo pago el total del adeudo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos 9.500 millones de dólares.