Campín se convertiría en Villa Olímpica | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Julio de 2012

Aunque desde 1938, cuando la ciudad tenía 333.000 habitantes, fue inaugurado como una de las principales novedades de la urbe el estadio Nemesio Camacho El Campín con un partido entre Colombia y Ecuador, hoy, cuando Bogotá cuenta siete millones de habitantes la unidad deportiva de 22 hectáreas se quedó obsoleta frente a otras capitales del mundo.

A pesar de que al estadio le invirtieron más de 30.000 millones de pesos el año pasado para el Mundial Sub-20 de Fútbol, se teje en los círculos empresariales y en la Administración un negocio que revolucionará el desarrollo urbanístico de la ciudad, pues se plantea demoler el actual escenario y construir, mediante el sistema de Asociación Pública Privada (APP), uno nuevo, levantar un centro de convenciones, el escenario multipropósito, así como viviendas, hoteles, comercio y oficinas.

La propuesta para construir la Villa Olímpica El Campín cae como anillo al dedo para la Administración del alcalde Mayor Gustavo Petro, pues, además de que será un logro con dividendos políticos, es parte del Plan de Desarrollo que aprobó el Concejo.

De hecho, uno de los principales programas de la Administración es la redensificación urbanística en el centro ampliado. Como el cuadrante entre las calles 53 y 63 entre la NQS y la Avenida Caracas está contemplado en ese programa, ya ha surgido una avalancha de inversionistas interesados.

No solo están compañías nacionales e internacionales interesadas en desarrollar el proyecto, sino que en el escritorio del Mandatario capitalino está la propuesta de las firmas colombianas Ospinas S.A. y Juan Gaviria Restrepo, así como las intenciones de un club deportivo.

Todo está servido. El Alcalde de Bogotá confirmó que la Administración analiza proyectos para convertir las más de 200 hectáreas que comprende la zona donde están ubicados el estadio El Campín y el Coliseo, en una Villa para deportes de alto rendimiento y espectáculos.

Para el proyecto, que sería ejecutado por medio de una alianza público-privada, el Distrito aportará el predio y la empresa privada será la encargada de hacer todas las intervenciones. Según cálculos iniciales, la remodelación costaría 1,3 billones de pesos.

De hecho, en el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) trabajan desde 2009 en alternativas para mejorar el espacio lúdico de la ciudad en beneficio de actividades como el deporte, la cultura y los conciertos masivos, aprovechando su ubicación y la red vial adyacente. Es decir, articular la remodelación del estadio El Campín como parte del mejoramiento general de la unidad deportiva ubicada en ese importante sector.

Tomando en consideración los instrumentos de planeación y gestión que define el Plan de Ordenamiento Territorial para actualizar piezas urbanas de gran impacto para la ciudad, la Universidad Nacional formuló el Plan de Manejo y Regularización de la Unidad Deportiva El Campín, teniendo como propósito principal “regularizar los usos dotacionales existentes bajo los parámetros del modelo de ordenamiento establecido”.

La propuesta corresponde a un planteamiento urbano de ordenamiento de territorio acorde con las necesidades de ciudad. Esta plantea mantener una zona destinada al estadio, a un coliseo y a un área de servicios múltiples que complementen la función recreativa y deportiva de la ciudad.

 

Visto bueno

Será una oportunidad

La concejal María Clara Name, del Partido Verde, expresó que “si la propuesta del alcalde Petro viene formulada como una Alianza Público Privada en la cual el sector privado le aporte a la ciudad, será una oportunidad única para aprovechar la ejecutividad privada, así como la inversión para que la ciudad quede dotada de escenarios modernos y eficientes. La propuesta de construcción de escenarios multipropósitos con inversionistas privados es una oportunidad para la ciudad. Se debería precisar cuáles serán los aportes de los inversionistas privados y qué aportará el Distrito, cuánto ganará cada actor. Las Alianzas Público- Privadas son un estilo moderno de ejecutar políticas públicas”.

Intervención priorizada

Para el concejal Celio Nieves, del Polo Democrático, “la ciudad necesita con suma urgencia no solo un escenario multipropósito moderno y seguro para la realización de diversos eventos artísticos y culturales con un aforo superior a 30.000 espectadores, sino un gran complejo deportivo que incluya además de éste, un centro recreo-deportivo, un centro de convenciones y exposiciones, además de oficinas, locales comerciales y un hotel, tal como los hay en ciudades desarrolladas. Veo con buenos ojos las declaraciones ofrecidas por el Burgomaestre, las que considera son el resultado de la concertación lograda durante el debate del Plan de Desarrollo Bogotá Humana 2012-2016, en el que se estableció como intervención priorizada el proyecto Campín”.

 

74 años del estadio

Durante el mandato del alcalde Jorge Eliécer Gaitán entre 1934 y 1938, se gestó la idea de construir un estadio de fútbol de gran envergadura, ya que los que existían para la época eran muy pequeños y no contaban con la infraestructura necesaria para eventos de gran alcance.

Esta iniciativa fue apoyada por el entonces concejal Luis Camacho, hijo de Nemesio Camacho, quien fuera gerente del Tranvía y del Ferrocarril del Pacífico, quien realizó la donación de la hacienda El Campín para la construcción del, así llamado desde entonces, ‘coloso’.

Así, el 10 de agosto de 1938, al cumplirse el cumpleaños 400 de la ciudad, con una población aproximada de 333.000 habitantes, bajo el mandato del recién elegido alcalde Gustavo Santos y del presidente Eduardo Santos, se entregó a la ciudad el escenario futbolístico más importante y de mayor tradición del país.

La inauguración estuvo a cargo del encuentro entre Ecuador y Colombia en el marco de los primeros Juegos Bolivarianos en un escenario diseñado originalmente para 10.000 asistentes.

Con el pasar de los años se hizo indispensable la ampliación del cupo del estadio, que para la celebración del primer campeonato de fútbol profesional colombiano de 1948 ya contaba con una capacidad de 23.500 espectadores sentados, llegando a 25.000 con sobrecupo.

Poco a poco, este tradicional espacio deportivo se fue convirtiendo en el anfitrión de mil y un torneos locales, nacionales e internacionales, así como se declaró casa oficial del equipo bogotano Millonarios, conjunto que consiguió su primer título profesional en 1949, cuando El Campín vivió el primer triunfo de su existencia.

A partir de 1950, el entonces alcalde de la ciudad Fernando Mazuera inició una de las remodelaciones más importantes del estadio, con la construcción en concreto de las tribunas norte y sur y de las torres de amplificación de sonido. Gracias a las adecuaciones, la capacidad del estadio pasó de 23.500 espectadores a 39.000, cifra que se elevaba a 45.000 en sobrecupo.

La reinauguración fue el 20 de julio de 1951. A partir de esta fecha, El Campín se convirtió en la casa permanente de los equipos de fútbol Santa Fe y Millonarios.

En 1952, la capacidad permitida quedó en 42.000. Luego, la población bogotana anexó a Bogotá los municipios de Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, Suba y Usaquén, creando el Distrito Especial de Bogotá, exigiendo cada vez más la ampliación de cupo del estadio. Así en 1959, para el primer torneo preolímpico contra Brasil, el escenario aumentó a 50.000 espectadores en sobrecupo.

Posteriormente se realizaron varias remodelaciones hasta la última que fue el año pasado para el Mundial de Fútbol Sub-20.

 

El Coliseo Cubierto

En 1959 el Concejo Distrital, por Acuerdo 35, ordenó la construcción de un Coliseo Cubierto y campos complementarios para deportes en los terrenos de El Campín y autorizó al Fondo Rotatorio de Valorización a vender unos inmuebles pertenecientes a Bogotá y que el producto de tales enajenaciones lo destinara obligatoriamente a la construcción del Coliseo Cubierto y los campos complementarios para deportes.

En enero de 1967 el Gobierno distrital presentó al Concejo el proyecto de Acuerdo 103, que tenía por propósito obtener recursos monetarios mediante un recargo a los usuarios de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, con los cuales adelantar los programas de construcción de centros recreativos y culturales.

Fue así como el 27 de enero de 1967 el Concejo dictó el Acuerdo 3 y estableció el impuesto a los aparatos telefónicos con objeto de obtener los fondos necesarios para la construcción del Coliseo Cubierto y además crea el Fondo de Desarrollo Popular Deportivo y de Cultura del Distrito Especial de Bogotá como entidad encargada de recolectar dichos impuestos, con la obligación de destinarlos especialmente a promover la construcción de instalaciones para la formación física y la diversión deportiva de las clases populares, tales como coliseos cubiertos, teatros, pistas atléticas, campos para los diversos deportes, piletas de natación y parques.

El Concejo de Bogotá, por medio del Acuerdo 44 de 21 de junio de 1967, destinó para la construcción del Coliseo Cubierto, sus dotaciones auxiliares y zonas de parqueadero, el lote de terreno de propiedad del Distrito situado en el noroeste de la ciudad, alinderado por el Norte, en extensión de 420 metros, con la Diagonal 57; por el Sur, en 227 metros, con la Avenida de El Campín; por el Oriente, en 247 metros, con el Club Deportivo de Empleados Distritales; y por el Occidente, en 480 metros, con la Avenida Ciudad de Quito, y ordenó al Departamento de Valorización la inmediata contratación de los planos, especificaciones, cálculos estructurales y presupuesto detallado necesarios para la construcción del Coliseo Cubierto.