El primer ministro británico David Cameron anunció, en la cumbre internacional contra la corrupción que preside en Londres, que las empresas que compren inmuebles en el Reino Unido tendrán que identificar a sus beneficiarios.
"El mal de la corrupción alcanza cada rincón del mundo. Está en el corazón de los problemas más urgentes que afrontamos, de la incertidumbre económica a la pobreza endémica, hasta la omnipresente amenaza de la radicalización y el extremismo", recordó Cameron a los invitados a la reunión.
La cumbre se celebra en Lancaster House, en el centro de Londres, y reúne a varios presidentes -los de Nigeria, Afganistán y Colombia, Juan Manuel Santos-, así como al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y ministros y altos funcionarios de numerosos países.
"Hoy arranca un esfuerzo mundial más coordinado y ambicioso para derrotar a la corrupción", añadió.
Kerry, por su parte, dijo que "la corrupción es un enemigo tan grande como los extremistas a los que combatimos".
Unas 100.000 propiedades en Inglaterra y Gales están registradas a nombre de empresas opacas con sedes en paraísos fiscales, a menudo relacionadas con fortunas amasadas con delitos.
De estas propiedades, 44.000 están en Londres, generalmente en barrios pudientes, hasta el punto que existe ya una visita turística guiada, el tour de la cleptocracia, que recorre las mejores casas de la capital en manos de oligarcas rusos y ucranianos de fortunas dudosas.
A partir de ahora, las empresas extranjeras que quieran comprar propiedades o participar en contratos públicos tendrán que inscribirse en un registro público que identificará a sus beneficiarios, una medida que se aplicará además a las viviendas ya adquiridas.
"El nuevo registro para empresas extranjeras significará que los individuos y los países corruptos ya no podrán mover, lavar y esconder fondos ilícitos en el mercado inmobiliario de Londres, y no se beneficiarán de fondos públicos", anunció el gobierno británico en un comunicado.
El gobierno aseguró que se trata del primer registro de este tipo en el mundo, y avanzó que Argentina, Nigeria, Italia, Afganistán y Jordania anunciarán este jueves, en la cumbre, que van a tomar medidas para la creación de un listado similar.
- Los paraísos fiscales británicos, en el foco -
Pese a las demandas de activistas anticorrupción, Cameron no extendió a los paraísos fiscales británicos el registro que acaba de instaurar para hacer negocios en el Reino Unido.
Un tercio de los paraísos fiscales del mundo están bajo jurisdicción británica, como las Islas Vírgenes o las Caimán.
"Los negocios legítimos no necesitan empresas anónimas. Por favor, prohibidlas", dijo a Cameron el magnate de las telecomunicaciones sudanés Mo Ibrahim, cuya fundación lucha por mejora la gobernanza en los países de África.
En Trafalgar Square, a poca distancia de Lancaster House, donde se celebra la cumbre, unos activistas instalaron "un paraíso fiscal tropical", con arena, palmeras y ejecutivos en trajes y bombín estirados en hamacas.
- Para Francia, Panamá es un problema -
El encuentro se produce un mes después de la difusión de los papeles de Panamá -que salpicaron al propio Cameron: 11,5 millones de documentos del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca, que ayudó a sus clientes, entre ellos políticos, artistas y deportistas, a crear empresas en paraísos fiscales para ocultar sus fortunas al fisco.
Sin embargo, Panamá no participa en el encuentro. Según dijo al diario The Times, porque no ha sido invitado.
Cameron se congratuló por el anuncio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de que Panamá se comprometió a brindar información bilateral sobre cuentas financieras, aunque sin adherir por el momento a una convención multilateral de lucha contra la evasión fiscal.
Pero el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, que representa a su país en la reunión, dijo que el país centroamericano "supone para nosotros, colectivamente, un enorme problema".
"El resto del mundo está convergiendo en la aplicación de medidas de transparencia. Así que Panamá acabará por ser el único, el último, a favorecer a gran escala lo que condemanos".
Paralelamente, los activistas temen que algunos países lleguen a Londres con el ánimo de frenar las ambiciones de la cumbre. Rusia, por ejemplo, ya exigió que los compromisos del encuentro no sean vinculantes.
"Nos preocupa que algunos países estén tratando de diluir el comunicado final y evitar que la cumbre logre sus objetivos ambiciosos", dijo en un comunicado el presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz.
"Sería decepcionante que algunos países con un pobre historial en corrupción y escasa voluntad política trataran de rebajar los estándares que el resto está intentando alcanzar", agregó.