Hoy se revelará un primer informe gubernamental sobre el “cambio climático”. Los campesinos con su sabiduría peculiar lo definen señalando que “hoy llueve más y hace más calor”. El conocimiento de la realidad, les mueve también a decir: “mientras la humanidad no cambie, el clima tampoco volverá a ser lo que era”. Se trata de una aspiración imposible. Los hombres con toda su ciencia actual, no podrán reconstruir las formas de vida y trabajo que han dañado desde cuando hace 160 o 180 años se empecinaron en disfrutar el progreso tecno-científico e industrial”.
Marca lúgubre
En 10.000 años de historia humana, no hay un solo ejemplo de casos tan aberrantes como los impuestos a Colombia por las Farc con la finalidad de “hacer la revolución socialista”. En la vieja Europa y la menospreciada África reyes y dictadores osaron retener presos e incluso bajo tortura a sus adversarios un año, dos años e incluso tres.
Pero mantenían límites a los abusos. Lo cometido por las Farc con cuatro prisioneros la semana pasada es único: les otorgó libertad asesinándolos después de más de 12 años de amargarles la vida con prisión. Y es demasiado triste que la ex senadora Piedad Córdoba haya mencionado tan atroz inhumanidad afirmando que a “las Farc les ha faltado oportunidad de diálogo”.
Llanto terrible
Imagino que miles de colombianos soltaron llanto de tristeza y resentimiento al oír las declaraciones otorgadas ayer a emisoras de Pasto por el hijo, aún niño, del sargento José Libio Martínez, a quien asesinó el frente 63 de las Farc, tras retenerlo plagiado más de 12 años. “Los señores de las Farc me lo quitaron, cuando yo no había nacido; nunca pude hablar o salir al campo con él. Quería conocerlo y no pude. No esperaba que me lo mataran. No me pudo ver cuando di los primeros pasos ni cuando aprendí a montar en bicicleta. Ahora le pido a mi Diosito lindo que me le cuide”.