Las principales bolsas europeas sufrieron fuertes caídas ayer por las noticias que llegan de los países emergentes, en particular la caída del peso argentino y también la de la libra turca, la rupia india o el rand sudafricano.
Otro motivo de inquietud fue el flojo desempeño del índice de actividad industrial chino HSBC, que sufrió la primera caída en seis meses y que perjudicó principalmente a las empresas mineras.
La bolsa de Madrid perdió 3,6%, Londres cedió 1,62%, Fráncfort 2,48%, París 2,79% y Milán 2,3%.
En Madrid, la bolsa europea más relacionada con la economía argentina y latinoamericana, el índice Ibex 35 cayó a 9.868,9 puntos. Las empresas españolas con más inversiones en América Latina se vieron particularmente afectadas.
Así, el segundo banco español BBVA perdió 5,14% a 8,85 euros y el gigante de las telecomunicaciones Telefónica cayó 4,55% a 11,55 euros.
Santander, primer banco de la Eurozona en términos de capitalización bursátil, sufrió una caída menor, de 3,53%, a 6,337 euros, y también lo hizo la petrolera Repsol, que cerró en baja de 3,65% a 17,68 euros.
"Las acciones están en caída libre porque el temor sobre la estabilidad de Argentina se propagó como una onda de choque por los mercados mundiales", dijo David Madden, analista la consultora IG, en Londres.
Fugas
"La caída del peso argentino ayer provocó una fuga hacia los activos de calidad, es decir, los inversores retiraron sus fondos de acciones para colocarlos en activos considerados seguros como el oro", añadió Madden.
El peso argentino, que se ha ido devaluando desde comienzos de 2013, sufrió un derrumbe de casi 14% entre el miércoles y el jueves, el mayor desde 2002.
De otro lado, el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, denunció un ataque especulativo para profundizar la devaluación en Argentina y "desestabilizar" el sistema, e involucró en la maniobra a la petrolera angloholandesa Shell.
Además el Gobierno anunció que permitirá la compra de divisas, tras una brusca devaluación del peso, al revertir una impopular medida en un contexto de alta inflación y sangría de reservas monetarias.
Fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien anunció sorpresivamente -en una corta declaración- que a partir del lunes se levantará el cepo cambiario vigente desde fines de 2011. Tan sólo el día anterior el gobierno dejó que el peso se devaluara casi un 14% en dos días, un nivel que no se veía desde el año 2002, y cerró a 8,019 unidades por dólar.
La bolsa de Madrid --donde cotizan numerosos valores con intereses en América Latina-- acusó el golpe, cayendo en sesión más del 3%.
De otro lado, el vicedirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Min Zhu, dijo en Davos que la institución multilateral estaría "contenta" de ayudar a Argentina, tras la fuerte caída del peso ocurrida el jueves.
"Estamos más que contentos de ayudar, y eso está muy claro", declaró el directivo.
El peso argentino sufrió un derrumbe del 13,9% entre el miércoles y el jueves, el mayor desde 2002, aunque el gobierno dijo que fue él quien lo administró.
Zhu Min recordó no obstante que el FMI no tiene relación oficial con Argentina desde 2004.
Además, Brasil se cree blindado ante la fuerte devaluación del peso argentino. El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, afirmó hoy en Davos que en caída del peso no va a impactar en la economía en su país.
"Pienso que no tendrá una incidencia en Brasil", afirmó el ministro, tajante, ante la consulta sobre el posible impacto de la fuerte caída del peso./AFP