Cacería en la selva: objetivo “El paisa” | El Nuevo Siglo
Domingo, 17 de Noviembre de 2013

La cacería es a diario. En cada rincón de las selvas del suroriente del país y el objetivo uno sólo: dar con el paradero de Hernán Darío Velásquez, alias “Óscar Montero” o “El paisa”, máximo dirigente de la columna móvil “Teófilo Forero Castro” de las Farc, que está considerada algo así como la “fuerza élite” de esa facción subversiva y es señalada de acciones tan graves como el atentado al edificio El Nogal en Bogotá hasta el secuestro en el edificio Miraflores en Neiva.

Ese mismo “paisa” fue el señalado esta semana por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, de estar detrás de un plan para atentar contra el expresidente Álvaro Uribe y el fiscal Eduardo Montealegre.

 

Los cazadores

 

Para neutralizarlo el Gobierno en los últimos tiempos ha dado pasos definitivos. De un lado, fortaleció los servicios de inteligencia conjunta de las Fuerzas Armadas en el Caquetá y, de otro, activó el Comando Conjunto Sur Oriente, con más de doce mil hombres. Además, hay una recompensa que supera los 2.000 millones de pesos.

Además de la activación del Comando Conjunto Sur-Oriente y de la Fuerza de Tarea Conjunta “Júpiter” en Florencia, también hay un equipo de inteligencia que persigue las 24 horas datos sobre “El paisa” y a las demás estructuras de las Farc en esta zona. Para esa recopilación han sido clave las informaciones provenientes de los informantes, guerrilleros desmovilizados, desertores y de los infiltrados en los frentes y cuadrillas subversivas.

Pero el objetivo no sólo es este cabecilla guerrillero. En realidad, el Gobierno encomendó al comandante del Comando Conjunto Suroriente, general Javier Alberto Flórez, la misión de enfrentar sin descanso a los frentes que integran los bloques Oriental y Sur de las Farc, que son los más combatientes. Para esta misión, Flórez cuenta con las tropas de la Cuarta y la Sexta División del Ejército, la Fuerza Naval del Sur y el Comando Aéreo de Combate 6, así como el Grupo Aéreo del Amazonas y la Fuerza de Tarea Conjunta Omega.

Las operaciones se centran específicamente contra la llamada retaguardia estratégica de la guerrilla, en los departamentos del Caquetá, Guaviare, Meta, Putumayo, Amazonas y Vaupés.

El propio presidente Santos afirmó hace apenas unas semanas que “hay una serie de objetivos de alto valor: ‘Carlos Antonio Lozada’, ‘Romaña’, ‘Fabián Ramírez’, ‘Joaquín Gómez’ y ‘El paisa’, todos ellos serán su responsabilidad, general Flórez, comandante del Comando Conjunto Sur-Oriente. Y estoy seguro que usted, así como ha venido dando resultados, continuará dando resultados”.

Pero, también se persigue a un extranjero, al ciudadano argentino, Facundo Molares Schoenfeld, quien después de Tanja Mijmeijer, es el guerrillero extranjero de mayor ascenso al interior de las Farc, experto en manejo de masas, en guerra de guerrillas y en asuntos políticos. Actualmente es el encargado de direccionar el partido comunista clandestino o PC-3.

Fuerza de Tarea Conjunta “Júpiter”, está bajo el mando del general Emiro José Barrios Jiménez. Su objetivo es más específico: combatir a la “Teófilo Forero Castro”, pero sin descuidar la neutralización de los frentes 3,15 y 49 de las Farc, así como la persecución a la minería ilegal y las bandas criminales al servicio del narcotráfico.

La Fuerza cuenta con las tropas de la Décimo Segunda Brigada, el Comando Operativo número Seis y las brigadas móviles 26, 27 y 36.

Según el jefe de operaciones del Ejército, general Hernán Giraldo, asegura que la “Teófilo Forero” es la fuerza élite de las Farc y de allí que será prioridad desmantelarla. Es conocida por su accionar militar y terrorista con atentados con carros-bomba y secuestros masivos.

 

Los operativos

 

Según el general Barrios Jiménez desde el mismo momento en que asumió el mando, se llevan a cabo operaciones sostenidas contra la “Teófilo Forero” y el frente 3 de las Farc, en Caquetá.

Se le han dado varios golpes, tanto en combates, bombardeos como en operaciones de Inteligencia que han llevado a la captura o muerte de no pocos de sus integrantes y redes de apoyo. Se presume que en varios de los ataques directos ha estado a punto de caer el jefe subversivo, pero hasta el momento no hay certeza de ello.

La persecución ha obligado al grueso de la columna a adentrarse más en la selva, fraccionar sus cuadrillas y tener círculos de vigilancia a muchos kilómetros de donde se encuentra el campamento principal.

Las informaciones recopiladas por las tropas dan cuenta que “El paisa” se encuentra tan desesperado por la presión de las tropas, que se ha vuelto paranoico y no en pocas veces ha mandado a fusilar a guerrilleros acusándolos de ser infiltrados del Ejército, o de ser subversivos que están pensando en ‘venderlo’ por la millonaria recompensa.

Tiempo atrás tropas del Ejército le decomisaron a esta facción subversiva dos lanzacohetes AT-4 de propiedad de Venezuela, durante una operación adelantada en zona rural de El Guamo, Tolima.

Este hallazgo conllevó a un incidente diplomático entre el gobierno del entonces presidente Uribe y la Venezuela de Hugo Chávez.

 

La ‘presa’

 

Alias “El paisa” delinque en varias regiones entre Algeciras y Neiva, en el Huila y en San Vicente del Caguán y Puerto Rico, Caquetá.

Fuentes militares revelaron que “El paisa” ha sobrevivido a por lo menos cuatro operaciones contundentes contra sus estructuras y a tres bombardeos de la Fuerza Aérea, en coordinación con el Ejército, la Armada y la Policía.

Paradójicamente en 1989 este cabecilla fue capturado junto con otras dos personas, durante la “Operación Jamaica”, con 1.000 fusiles de asalto, ametralladoras, lanzagranadas múltiples y 250 morteros que habían adquirido para fortalecer las estructuras de las Farc. Pero volvió a la libertad.

Adoptó el alias de “Óscar Montero” o “El paisa” cuando integró el ‘estado mayor’ del bloque Oriental bajo el mando de alias “Mono Jojoy”, quien le ordenó crear la columna móvil como una fuerza élite para proteger a los cabecillas subversivos en los Llanos del Yarí y en el Caguán.

Además fortaleció la creación de las milicias bolivarianas y redes de cooperantes, para ejecutar secuestros y extorsiones de ganaderos, finqueros, industriales y comerciantes.

 

El prontuario

 

Contra Velásquez pesan cargos por más de 70 asesinatos, 80 atentados y más de 25 secuestros, entre ellos los de los tres súbditos de Estados Unidos.

Este cabecilla guerrillero es sindicado de participar en sangrientas tomas guerrilleras como la de Miraflores (Guaviare) y El Billar (Caquetá), así como de numerosos asesinatos, atentados y secuestros contra personalidades públicas y civiles.

“El paisa” ya fue condenado a 40 años de cárcel porque ordenó colocar un ‘carro bomba’ en el Club El Nogal, en el norte de Bogotá, el 7 de febrero de 2003, que dejó treinta y seis personas muertas y más de doscientas heridas.

Está señalado por el asesinato de Diego Turbay Cote y su familia; del secuestro de los 12 diputados del Valle del Cauca, once de ellos asesinados por la misma guerrilla de las Farc; el secuestro de Gloria Polanco y sus hijos en el asalto al Edificio Miraflores de Neiva, además de la muerte de su esposo, Jaime Lozada.

También se le endilga el secuestro del avión de la aerolínea Aires en pleno vuelo entre Neiva y Bogotá para plagiar al congresista Jorge Eduardo Gechem en febrero de 2002.

Las autoridades igualmente le endilgan varios atentados frustrados contra el expresidente Uribe, entre ellos uno en Neiva.

 

La “Teófilo”

 

Esta columna subversiva cuenta con cuatro “compañías estratégicas” y tiene bajo su mando una red de milicias en todo el país para adelantar sus ataques contra las Fuerzas Militares y la Policía. Sus integrantes portan armas de asalto, computadores portátiles, equipos de comunicación satelital, explosivos y minas antipersona o “quiebrapatas”.

Las autoridades también atribuyen el secuestro de los contratistas estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, el 12 de febrero de 2003 luego de que el avión en el que viajaban fuera derribado por la guerrilla en el Caquetá.

Otras acciones de esta facción terrorista son el atentado en la zona rosa de Bogotá en 2003.

La masacre de los concejales en los municipios de Puerto Rico, Caquetá, y de Rivera, en el Huila, también son de autoría de esta columna guerrillera.

Es más, se le acusa de ser el autor intelectual del asesinato de Liliana Gaviria, hermana del ex presidente César Gaviria Trujillo, en el Eje Cafetero, así como del secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar.

Igual se le acusa a esta columna de organizar un plan para atentar contra el entonces Ministro de Defensa y hoy presidente de la República, Juan Manuel Santos.

Los ataques al ex ministro Fernando Londoño Hoyos, el periodista Guillermo Santos, la Dirección de Sanidad de las Fuerzas Militares y las instalaciones del Canal RCN, también son de su autoría.

 

Los “pisa suave”

 

Alias “El paisa”, además de entrenar a los francotiradores, también fortaleció a las llamadas fuerzas especiales o “pisa suaves”, un grupo de guerrilleros expertos en atacar con rapidez y sorpresa destacamentos militares así como instalar cargas explosivas para luego huir sin ser detectados.

El objetivo de los “pisa suaves” es aniquilar durante un ataque sorpresivo, especialmente de noche.

La fuerza de los “pisa suaves” es integrada por guerrilleros expertos en combate, pero también son incluidos jovencitos entre los 12 y 15 años.

“Estos hombres y menores de edad son entrenados como máquinas para matar a policías y soldados, arriesgando su propia vida”, precisó un agente de Inteligencia.

Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional saben cómo están operando los llamados “pisa suaves”. Ya muchos de ellos han sido capturados y en los interrogatorios han revelado varios de sus secretos relacionados con su selección, adoctrinamiento, preparación física y mental para el combate y misiones de alto riesgo.

“Los pisa suaves se pintan todo el cuerpo de negro o de verde, de acuerdo con la hora de la acción que deben cumplir para camuflarse en la naturaleza… También visten lycras y medias largas negras. La idea es volverse invisibles ante el enemigo”, agregó la fuente castrense.