Aunque conservadores no han definido nominación, ganan apoyo entre norteamericanos. Rick Perry lidera la carrera por la investidura partidaria
A UN año de las elecciones en Estados Unidos, los republicanos pisan fuerte en la opinión pública norteamericana. Así y sin definirse aún el candidato que intentará evitar la reelección del presidente Barack Obama, dos de los aspirantes a la nominación conservadora, Mitt Romney y Rick Perry alcanzan la misma intención de voto que el actual mandatario.
De esta forma corren un cabeza a cabeza con el asediado presidente Obama. Según una encuesta llevada a cabo por la Universidad Quinnipiac, éste empata con el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney (45% cada uno de intención de voto) y apenas supera al gobernador de Texas, Rick Perry (45% Obama, 42% Perry).
Pero incluso la ventaja de Obama sobre Perry -que ha sustituido a Romney como el favorito para la nominación presidencial republicana- entra en el margen de error del sondeo, de más o menos 1,9 puntos, por lo que se trata de un empate estadístico.
"El presidente está ahora muy justo con respecto a uno de los principales republicanos y apenas a unos centímetros por encima del otro", dijo Peter Brown, director asistente del Quinnipiac University Polling Institute.
En otro importante aspecto de la encuesta y en el que se mide la balanza electoral únicamente en torno a los nombres de los aspirantes republicanos a la candidatura se revela el rápido e inusitado avance que ha tenido el gobernador de Texas, Rick Perry y que lo ubica como el líder en la carrera por la nominación partidaria. Este extrovertido y a veces radical personaje alcanza 24 puntos, desplazando al hasta ahora favorito, Mitt Romney que obtiene el 18 por ciento de la intención de voto.
Este sondeo, que es clave ya que se conoce a menos de una semana de que se verifique un nuevo debate entre los precandidatos republicanos, ubica a la ex gobernadora de Alaska y ex fórmula presidencial de John McCain, Sarah Palin –quien no ha oficializado su aspiración- con un 11% y un punto atrás a la congresista de Minnesota y quien empezó pisando fuerte en esa carrera por la nominación, Michelle Bachman.
En un cuarto lugar figura el congresista de Texas, Ron Paul con 9% de intención de voto. Tras él, y bien distantes están el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich (3%), el ex gobernador de Utah, Jon Huntsman, el ex senador Rick Santorum y el congresista por Michigan, Thaddeus McCotter (1%).
Al hacer un análisis de las cifras, el director asistente de Quinnipiac, Peter Brown asegura que “Perry se ha beneficiado de ser el nuevo hombre del bloque, con la prominencia que le concede el escrutinio, mientras sus dos competidores republicanos y los demócratas están haciendo todo lo posible para convencer a los votantes que no es el ‘señor maravilla’. Los próximos meses serán una carrera entre Perry y los otros opositores republicanos y demócratas para definir a la gran mayoría del pueblo estadounidense".
En cuanto a la imagen que tiene el electorado de los candidatos republicanos, cabe resaltar que es mejor la de Romney que es visto favorablemente por el 36% y negativamente por un 27%. A Perry le otorgan un 23% de favorabilidad y un 55% prefiere no dar una opinión por no conocerlo lo suficiente.
Otro aspecto del sondeo realizado a encuestó 2.730 votantes entre el 16 y el 27 de agosto, se revela que en la batalla por el control del Congreso de Estados Unidos, los republicanos y los demócratas están empatados en 38%-38%.
La encuesta de Quinnipiac reveló que sólo 42% de los consultados dice que Obama merece un segundo mandato, mientras que 51% opina que no -en línea con su histórico peor momento de popularidad a finales de marzo, con entre 41% y 50% de apoyo según un sondeo-, y tiene un dividido índice de 47%-47% de aprobación-rechazo entre los votantes.
"El presidente está ahora desfalleciente. Tiene que mejorar su posición entre los hombres, los blancos y los independientes para asegurar su reelección", resaltó Brown.
Las encuestas nacionales son barómetros sólidos del estado de ánimo general del público estadounidense, pero los expertos advierten que sus resultados deben ser observados con cuidado porque las elecciones se deciden sobre todo localmente. Sin embargo comienzan a ser un termómetro del ambiente político y se convierten en elemento clave en los partidos con mira a la escogencia del candidato. En este caso será para los republicanos donde están en liza ocho nombres, ya que la apuesta demócrata volverá a ser Obama, quien deberá hacer un gran esfuerzo para reactivar la economía y definir otros temas trascendentales como la reforma migratoria para con ello reconquistar la confianza de seguidores e independientes./EL NUEVO SIGLO