Entregarles salud social y salud a las trabajadoras domésticas y rurales es el objetivo de varios proyectos de ley radicados en el Congreso.
El senador nariñense Manuel Enríquez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), comentó que “no solo hay que pensar en las empleadas domésticas. También hay que mirar hacia las mujeres rurales que no tienen educación, empleo, ni ninguna garantía”.
Para Enríquez, el país debe avanzar en una legislación especial para estas personas.
El senador Hernán Andrade, del Partido Conservador, señaló que “lo único que debe ser es que sea sostenible y mirar de donde pueden salir los recursos”.
Andrade dijo que muchas veces se quiere legislar por decreto, pero siempre se tiene que buscar el dinero.
El senador Edgar Espíndola, del Partido de Integración Nacional (PIN), indicó que el tema de la Seguridad Social deber abarcar el ciento por ciento de la población.
Espíndola aclaró que “el Gobierno debería plantear una fórmula para que puedan acompañar y subsidiar. Hay muchas familias que no pueden contratar por horas o por días”.
El vicepresidente del Senado Antonio Guerra, de Cambio Radical, indicó que “aunque no conozco el articulado, sería algo mínimo de justicia para estos dos segmentos de la población”.
Gabriel Zapata, del Partido Conservador, manifestó que es muy importante todo lo que vaya en función social para darles mayores garantías por parte del Estado a las personas de bajos recursos y que no tienen la capacidad económica o seguridad social. “Ante esta situación es muy bueno que se le pueda entregar alguna protección al personal del servicio doméstico”.
El representante liberal Luis Enrique Dussán explicó que uno de los temas que están sobre la mesa en la Ley de Desarrollo Rural es darle seguridad social a la población menos favorecida. Pero aclaró que esto no puede ser a la loca, porque para eso se necesitan recursos y quienes aportarían.
Según Dussán, todo debe apuntar a que las mujeres vulnerables entren en la seguridad social tanto en salud, como en riesgo profesional y pensiones. “Queremos que se haga una formalización de estas personas”.
Ya en el Legislativo hay varias iniciativas con ese mismo propósito. Una es del senador Jorge Eduardo Gechem, de La U, que busca que las empleadas domésticas puedan estar en un fondo especial del Fosyga, la cual ya cuenta con un buen ambiente y entraría por la Comisión Sexta del Senado.
Cabe recordar que el Ministerio del Trabajo ya había presentado un proyecto de ley en beneficio de las empeladas domésticas.
Radicada por el ministro Rafael Pardo, su fin es ampliar la protección para evitar cualquier forma de abuso. Primero se definirá la edad mínima para ejercer esa labor, estableciendo las condiciones que deben tener los contratos en términos de información al empleado sobre sus horarios, sobre sus condiciones y sobre las vacaciones.
En el caso de las mujeres, se fijará la aplicación de las normas sobre maternidad que se tienen planteadas en el Código Sustantivo del Trabajo, es decir ampliar la protección a hombres y mujeres que trabajan en el servicio doméstico.
Igualmente, se concretará que esté establecido dónde es la residencia del empleado, las horas de trabajo y todo lo que son los derechos laborales de los empleados.
Según los consultados, lo que el Congreso debe buscar es analizar de qué manera se podría financiar este tipo de proyectos para que puedan salir avante del Senado de la República y que puedan ser Ley de la República.