Descubrir una nueva Bogotá a bordo de una bicicleta y apreciar sus atractivos turísticos desde otro ángulo es la apuesta para 2014 que hace la ciudad y que comenzó a promoverse internacionalmente por parte del Instituto Distrital de Turismo.

La estrategia se encuentra sustentada con el incremento de la infraestructura vial ciclística que ha tenido la capital de la República, que hoy en día cuenta con 376 kilómetros de ciclorutas y 12 de bicicarriles, a los que se suman 172 kilómetros habilitados los domingos y festivos en la ciclovía.

El IDT se ha propuesto reforzar las acciones que adelantan numerosos operadores que vienen implementando la práctica del cicloturismo entre los residentes y visitantes, tanto en las zonas de mayor tradición como en el Centro Histórico, al igual que en sitios innovadores y populares de la ciudad, entre los que se incluyen las plazas de mercado.

“Tras las grandes obras de renovación urbana y de infraestructura vial y peatonal implementadas por el gobierno distrital, así como de los proyectos de alistamiento del destino turístico impulsados por el IDT, ahora es posible descubrir los secretos y atractivos de la ciudad utilizando la bicicleta como un medio práctico, saludable y sustentable de transporte”, señala el director del IDT, Luis Fernando Rosas Londoño.

De acuerdo con el Observatorio Turístico de esa entidad, los recorridos en bicicleta por las calles y avenidas, plazas y plazoletas que interconectan el Centro Histórico de La Candelaria y el Centro Internacional forman parte de los sitios preferidos por los turistas nacionales y extranjeros. Otros atractivos muy visitados en bicicleta por los turistas son las plazas de mercado de La Perseverancia, Paloquemao, Siete de Agosto y 12 de Octubre, donde aprovechan para degustar las delicias frutales, colaciones y comida popular bogotana.

“El cicloturismo es una práctica que se ha impuesto en ciudades turísticas de talla mundial como Barcelona, Amsterdan, Nueva York y México. Ahora Bogotá, por supuesto, le apuesta a esta alternativa de turismo sostenible aprovechando la nueva infraestructura de ciclorutas, ciclovía y bicicarriles”, agrega Rosas Londoño.

La ciclovía bogotana, considerada como la más grande de América, ha recibido varios reconocimientos como el que le hizo la Red de Ciclovías de las Américas en 2009, al considerarla la mejor estrategia saludable para una ciudad, y el otorgado en el II Concurso Internacional Ciudades Activas-Ciudades Saludables 2005, que premió el Programa Ciclovía y Recreovía por su contribución al desarrollo de una actividad física alternativa y eficiente y al mejoramiento de la calidad de vida.

Los recorridos en “bici”

Además de las zonas turísticas mencionadas, los “bici operadores” de la ciudad disponen de recorridos para residentes y turistas por las zonas universitarias del Centro y Teusaquillo, así como por algunas zonas gastronómicas, los principales escenarios deportivos y la red de bibliotecas del Distrito.

La oferta se complementa con una visita en bicicleta al denominado “Tour del grafitti”, que recorre muros escogidos en donde artistas callejeros suelen plasmar su protesta inteligente, o con un recorrido por el norte de la ciudad que contempla el Parque 93, la Zona T y G y el barrio bohemio de Usaquén. El trayecto termina en el Parque de El Chico, al que se le reconoce como una joya escondida en el norte de Bogotá.

En general, todos los recorridos cuentan con guías bilingües en diferentes idiomas (inglés, francés, mandarín, portugués, alemán, italiano), quienes contextualizan a los visitantes sobre aspectos socioculturales y el desarrollo político que ha tenido Bogotá y Colombia en los últimos años.

“En bicicleta la ciudad es otra. Vale la pena conocerla en dos ruedas”, concluye el director del IDT.

La oferta de “bici-tours” comprende salidas grupales e individuales, o incluso existe la posibilidad de realizar recorridos independientes, para lo cual las empresas operadoras alquilan la bicicleta y el equipo necesario (casco, candado, mapa turístico, bandas reflectivas para las piernas y chaqueta impermeable) por 4 horas o más tiempo.