Aventura, cultura, gastronomía, historia, pero sobretodo una gran calidad de su gente es la forma de describir todo aquello que se encuentra en Buga, Valle del Cauca, uno de los 16 pueblos patrimonio del país.
La basílica el Señor de los Milagros es usualmente un destino, bien sea porque motivos religiosos o simplemente porque es el ícono del turismo en la ciudad. Sin embargo, es mucho de lo que puede perderse si se limita solo a visitar el Santuario.
Todas y cada una de las calles del centro de Buga encierran una gran riqueza cultural. La arquitectura colonial de sus construcciones lo llevará a sumergirse en un gran recorrido por la historia, empezando por casas de ancestral importancia, hasta el Museo donde se aprende sobre la fundación de la ciudad y el rol que la misma jugó en trascendentales momentos del país.
El clima es una de las ventajas de esta región vallecaucana, ya que gracias a los diferentes pisos térmicos su producción agrícola es tan variada como amplia.
Y si de gastronomía se trata, aunque no se puede identificar como típico un plato en especial, su menú principal es el sancocho de gallina, el atollado de pato, la chuleta valluna y, por su puesto, un infaltable para el postre: el manjar blanco.
Una generación de jóvenes dedicados a la gastronomía se ha dado a la tarea de “rescatar” las preparaciones ancestrales. Entre ellos está Luisa Fernanda García, quien asegura que “se ha perdido mucho la tradición que usaban las abuelas, así como los platos tradicionales que se dieron en el inicio de Buga. Mi idea es que estos platillos no queden en el olvido, y que la gente los conozca al venir a visitarnos. Trabajamos en ese proyecto”
Pero esto no es todo. El teatro municipal, construido entre 1918 - 1922, es el principal escenario cultural de la ciudad y del centro del Valle del Cauca y aunque estuvo cerrado un tiempo, se reabrió meses atrás para ofrecer a los lugareños y visitantes un amplio menú cultural, que va desde conciertos de diferentes épocas y géneros hasta montajes operísticos.
El secretario de Cultura Jhonny Stefan Fernández, asegura, “Queremos que no se pierda el la cultura, queremos que nuestros habitantes y visitantes disfruten de este escenario como se haría en las grandes capitales”.
El diseño aquitectónico del Teatro es otra joya patrimonial. De estilo italiano se puede asemejar a una versión, a menor escala, del Teatro Colón de Bogotá.
Otro de los lugares imperdibles es la estación de ferrocarril, inoperante desde hace décadas y por lo que se ha convertido en una especie de museo donde se pueden apreciar, entre otros, la historia de este medio de transporte, los vagones de la época colonial, el despacho, la sala de espera y hasta los tanques de agua.
Otro sitio digno de apreciar es el Monumento al Faro, la estructura más altas de la ciudad y del departamento. Fue realizado en homenaje a Alejandro Cabal, hijo del bugueño visionario que gestó la carretera Buga – Madroñal – Buenaventura. Este cuenta con 132 escalones en forma de caracol y corona el ascenso un espectacular mirador, del que sus habitantes dicen que permite cuando está despejado observar el cielo.
Pero si de describir todo los atractivos que ofrece esta ciudad valluna se trata, no se puede olvidar su principal emblema: la Catedral de San Pedro, uno de los muchos lugares que les permitirá a peregrinos un encuentro con sus creencias. Ésta se construyó entre 1573 y 1616 y quedó semidestruida en el terremoto de 1766. En su reconstrucción se le agregó la espadaña de la parte superior, lo que se convirtió en un detalle característico. Sin embargo éste no es el único.
Roberto, uno de los guías turísticos del Punto de Información Turística de Buga (PIT), cuenta, “Todos los 14 de mayo en el solsticio de verano, el sol pasa a través del ojal ubicado en la parte lateral de la Catedral durante todo el día y a las 6 de la tarde se posiciona sobre el Santísimo haciéndolo más resplandeciente de lo normal”.
Y, la Basílica Menor del Señor de los Milagros, de donde la palabra significa “Casa donde vive el rey”, concita el interés turístico nacional e internacional. Es visitado, diariamente, por cientos de peregrinos que le elevan sus súplicas. Hay varios mitos sobre lo que se debe hacer para que este se conceda lo pedido. Se dice, al respecto, que hay un círculo en la mitad de la iglesia que es considerado el punto con más energía para hacer a petición. También se dice que se concede “se debe volver cuando se cumpla el milagro” para agradecer.
Los feligreses coinciden en señalar que “la fe lo puede todo y si se pide con devoción, no importa cuán difícil que sea de lograr”.
Otro punto de gran interés que se debe conocer es el Centro de Historia Leonardo Tascón, que alberga pinturas, antigüedades y documentos, que sumergirán al visitante en aspectos de la historia de Buga y del país. Allí hay un museo, un archivo y una biblioteca.
Para finalizar el recorrido por esta agradable ciudad, cuyo clima, tranquilidad y atractivos invitan a caminar sin afanes para apreciar todas sus riquezas, está la cascada de La Milagrosa, ubicada en la zona rural, en uno de sus 18 corregimientos, Alaska. Es un oasis natural, forrado de verde donde el agua cristalina resalta y enmarca el lugar, digno de inmortalizarse en una pintura.
Por esos atractivos fue que El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo así como Fontur declararon a Buga como uno de los municipios patrimonio del país, aumentando así el palmarés que tiene.
Otro de los más recientes reconocimientos fue el Premio a la accesibilidad, algo que se hace evidente al recorrer sus calles, donde se han habilitado rampas de acceso en varias zonas así como en los ingresos de los sitios turísticos.
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