La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reclamó a su homólogo estadounidense Barack Obama relaciones "de igual a igual" con Brasil y el resto de América Latina, al recordar los "modelos negativos" del pasado.
"En América Latina hay un espacio inmenso para una relación de socios, pero socios entre iguales, entre el país más desarrollado de la región, que es Estados Unidos, y los países latinoamericanos", dijo Rousseff frente a Obama al cerrar la Cumbre Empresarial de las Américas.
"Nunca he estado tan ilusionado por la perspectiva de trabajar como socios iguales con nuestros hermanos y hermanas en Latinoamérica y el Caribe", indicó por su lado Obama, que recibió el lunes pasado a Rousseff en la Casa Blanca.
El presidente estadounidense recordó asimismo que en estas cumbres se le plantean a veces "controversias que se remontan a antes de mi nacimiento (...) a los años '50, los 'yanquis', la Guerra Fría".
"No vivimos en ese mundo hoy, tenemos enormes oportunidades. Los empresarios entienden que estamos en un mundo nuevo", dijo Obama, y sin mencionar a Cuba, estimó que nadie puede hacer buenos negocios en un país donde la sociedad vive oprimida.
Los países latinoamericanos reclaman la participación de Cuba en las cumbres de las Américas, lo cual es rechazado por Estados Unidos y Canadá. Varios de ellos han señalados que esperan que esta sea la última cumbre sin Cuba.
Rousseff también defendió las medidas de protección de la industria adoptadas por su gobierno a raíz de la política monetaria expansionista de la zona euro y aseguró que no equivalen a proteccionismo.
La zona euro ha reccionado a la crisis económica a través de una expansion monetaria, provocando un "tsunami" que aprecia la moneda brasileña y afecta la competitividad de la industria nacional, se quejó Rousseff.
"Es claro que tenemos que tomar medidas para defendernos (...) Defendernos no es lo mismo que protegernos. No podemos dejar que nuestros sectores manufactureros sean canibalizados", afirmó ante más de 500 empresarios de la región, y llamó a la zona euro a adoptar políticas de expansión de inversiones, además de políticas de expansión monetaria, para disminuir el desempleo.
La enorme masa monetaria que está llegando a países latinoamericanos en busca de mercados estables ha provocado también la apreciación de otras monedas como el peso colombiano.
"Eso es exportarnos su crisis a nosotros", lamentó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y llamó a que en la próxima cumbre del G20 que se celebrará en junio en México las Américas presenten una posición común sobre el tema.