Al menos diez civiles, de los cuales nueve miembros de una misma familia, perecieron el martes en la madrugada en bombardeos de las tropas sirias contra un poblado cerca de Jisr al-Chughur, en la provincia de Idleb (noroeste), informó el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH).

Los nueve miembros de la familia, de la cual cuatro mujeres y dos niños, murieron por un obús de mortero que cayó sobre su casa, precisó la organización con sede en Gran Bretaña, agregando que numerosos heridos estaban en estado crítico.

El lunes, al menos 27 personas perecieron en violencias en Siria, de ellas al menos 20, sobre todo miembros de las fuerzas de seguridad, murieron en atentados en la ciudad de Idleb, según el OSDH.

Dos de los observadores enviados por la ONU para vigilar un cese del fuego continuamente ignorado desde que entró en vigencia el 12 de abril están estacionados en Idleb.

En total, 30 miembros de la misión de la ONU prevista por el plan del emisario internacional Kofi Annan están en Siria, de los cuales seis en Deraa (sur), Hama y Homs (centro). Los otros 22 están en Damasco desde donde prosiguen sus giras y sus reuniones en el país.

Desde marzo de 2011 Siria es escenario de una revuelta popular cada vez más militarizada frente a la represión. En 13 meses, las violencias han dejado más 11.100 muertos en el país, en su mayoría civiles, según el OSDH.

AFP