Violentos combates enfrentaban a soldados y rebeldes en sectores del este de Damasco y en las afueras de la capital, así como en los barrios de Alepo, sometidos a los bombardeos de las tropas del régimen, según militantes.
Al menos 37 personas murieron por la violencia en todo el país, entre ellas 22 civiles, 11 rebeldes y cuatro soldados, según un balance provisional del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) que basa sus informaciones en una red de militantes y testigos en el lugar.
El ejército bombardeó territorios situados al este de Damasco, entre ellos la región de Al Guta, tras haber abierto un nuevo frente en los barrios del este de la capital, para capturar a insurgentes, precisó el OSDH.
El ejército también bombardeó Harasta e Irbine, en las afueras (este), según el Consejo General de la Revolución Siria (CGRS), y los helicópteros sobrevolaban la zona.
En la provincia de Damasco, se encontraron los cuerpos sin identificar de al menos cinco hombres.
En el otro gran frente sirio, el de la ciudad de Alepo (norte), continuaban los intensos bombardeos contra los barrios donde están los rebeldes, sumidos desde hace más de un mes en una batalla crucial por esta metrópoli comercial.
Los barrios de Sukari en el sur y Hanano en el nordeste fuero también objeto de bombardeos. Un civil murió en el barrio de Jafse y dos rebeldes fallecieron en combates en los barrios de Saladino y Seif al Dawla, según el OSDH.
En la provincia de Idleb (noroeste), al menos 13 personas, entre ellas dos mujeres, murieron en el bombardeo de la localidad de Kafa Nabel y cuatro insurgentes fallecieron en enfrentamientos en la localidad de Ariha, dijo la ONG. Siete personas murieron en Hama (centro) por disparos del ejército.
Desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, la violencia dejó más de 25.000 muertos, según el OSDH. Este balance no puede ser verificado por las restricciones impuestas a los medios.