Los barrios del sur de Damasco y los suburbios cercanos eran bombardeados por las fuerzas sirias, mientras el líder de la nueva coalición opositora realizaba en Londres su primera visita a una capital occidental.
Como todos los viernes, los militantes contra el régimen llamaron a manifestar, esta semana en apoyo a la Coalición Nacional, que congrega a gran parte de los movimientos sirios de la oposición.
Su jefe, Ahmad Moaz Al Jatib, se encontraba en Londres, donde debía reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague.
El canciller británico tiene intenciones de perdirle "un proyecto claro de transición" previo a todo reconocimiento por parte de Gran Bretaña, luego del de Francia.
"A nosotros nos gustaría encontrarnos en una posición de reconocerla como la única representante legítima del pueblo sirio, pero yo quiero saber más sobre sus proyectos", declaró Hague a la BBC.
Sobre todo quiere saber cómo hará esta coalición "para efectuar nombramientos, si los kurdos serán incluidos y cuál es el apoyo con el que cuentan en Siria".
"Hoy discutiremos sobre una ayuda suplementaria, pero no de armas", agregó. Francia, el principal apoyo occidental de la coalición, afirmó el jueves que quería plantear la cuestión del levantamiento del embargo europeo a los envíos de armas defensivas a la rebelión siria.
Luego, Jatib viajará a París, donde los ministros alemán, polaco, español e italiano reunidos el jueves se pusieron de acuerdo para congratularse por la nueva coalición anunciada el domingo en Doha, sin ir más lejos.
Aparte de Francia, sólo las monarquías del Golfo, seguidas el jueves por Turquía, reconocieron a la Coalición como la representante del pueblo sirio.
Noche de bombardeos en Damasco
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Damasco y los suburbios más cercanos eran bombardeados el viernes por el ejército sirio, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que también señaló combates en Alepo (norte).
Habitantes de Damasco indicaron a la AFP que no habían dormido durante toda la noche debido a los bombardeos.
En la capital, en el corazón de los combates desde hace casi dos semanas, "más de la mitad de las calles, sobre todo las más pequeñas, están cerradas a la circulación", lamentó Abu Mohamed, un conductor de taxi. Por otra parte, hay cada vez más retenes, vigilados por los servicios de seguridad o por habitantes leales al régimen.
Según militantes y el OSDH, los bombardeos se reanudaron al sur de la capital, una región que se disputan desde hace varios días los insurgentes y el ejército, sobre todo en la ciudad de Muadamiya al Sham y en Hajar al Aswad.
También se escucharon explosiones en Tadamun y cerca del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk.
Los suburbios del este, bastión de los guerrilleros, también fueron atacados, sobre todo Duma y Erbin, indicó en un comunicado el OSDH, una organización no gubernamental con sede en Gran Bretaña que se basa en las informaciones de una red de militantes y de fuentes médicas en los hospitales civiles y militares del país.
En la ciudad de Alepo (norte) se registraban combates entre las fuerzas regulares y los grupos rebeldes alrededor del aeropuerto militar de Nayrab, que los insurgentes trataron infructuosamente de tomar en varias oportunidades durante los últimos meses.
En la provincia de Homs, las fuerzas del régimen intentaron ocupar Rastan, donde tuvieron violentos choques con los rebeldes, que están atrincherados en esa ciudad.
El jueves, la violencia dejó 121 muertos en toda Siria, según un balance del OSDH.
Veinte meses después de las primeras manifestaciones contra el régimen, seguidas por una revuelta que se convirtió en un conflicto armado, el balance total de la violencia supera actualmente los 39.000 muertos, según el OSDH.