La Administración Distrital y representantes del gremio de los tenderos firmaron ayer un pacto que busca regular la venta y expendio de bebidas embriagantes sin causar el cierre de ningún establecimiento, es decir se levanta la restricción desde hoy.
El texto firmado en la localidad de Ciudad Bolívar dice que es necesario que se aborde la seguridad ciudadana como una responsabilidad de todos y la convivencia como una obligación social.
“Indudablemente una sociedad es la suma de muchos intereses en conflicto y las decisiones de un gobernante tienen que pesar sobre esos diferentes intereses y como gobernante democrático el interés que predomina siempre, siempre es el interés general no el interés particular”, aseguró el alcalde Gustavo Petro en el marco de la firma del pacto.
“¿Y cuánto vale una vida?, nadie podría ponerle un valor, todavía el mercado no puede“, dijo el alcalde al referirse al número de vidas y personas lesionadas que genera el consumo abusivo de licor.
La Alcaldía Mayor de Bogotá, la Policía Metropolitana, alcaldes locales, tenderos, Bavaria, Fenalco, Fenaltiendas, Asotiendas y ACIL crearon una estrategia para que la ciudad adquiera conciencia sobre el consumo desmedido de bebidas embriagantes y que asuman un papel autorregulador.
Tenderos de localidades de Bosa, San Cristóbal, Tunjuelito, Suba, Usme, Rafael Uribe Uribe y Ciudad Bolívar asumieron el compromiso con la Administración Distrital liderada por el alcalde Gustavo Petro, quien destacó que gracias a la implementación del Decreto 330 se logró una reducción en las cifras de violencia en la ciudad.
“El Decreto 330 se construyó sobre la base de preservar el derecho a la vida antes que nada y los resultados son elocuentes. En Ciudad Bolívar hace un año en el mismo periodo (3 semanas) tuvimos 10 asesinatos y esta vez tuvimos 5, es decir la cifra cayó a la mitad“, aseguró el Alcalde Mayor.
Los tenderos habían protestado por el Decreto 330 que entró en vigencia el 24 de julio de este año, señalando que habían tenido bajas en sus ventas debido a que cerraban sus negocios a las 9:00 y los abrían después de las 10 de la mañana.
”El Decreto 330 vino a tratar de controlar el homicidio y los resultados son contundentes, en las 7 localidades hace un año asesinaron a 27 personas, esta vez en el mismo periodo fueron 18, Bogotá ha bajado drásticamente la tasa de homicidios de 22 a 16 por cada 100.000 habitantes, incluso un reconocimiento se ha hecho mundialmente a la ciudad, pero eso no es suficiente”, señaló el alcalde.