Con una mayor solidez financiera y objetivos más amplios que hace 10 años, la banca pública de desarrollo en América Latina y el Caribe tiene un gran potencial financiero, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El incremento de los activos y las utilidades de los Bancos Públicos de Desarrollo (BPD) en los últimos diez años, aunado a reformas institucionales para mejorar su gestión y un sólido contexto macrofinanciero en la mayoría de los países de la región, ha producido resultados más positivos, resaltó el documento.
"Si siguen en la trayectoria de mejora operacional y financiera y demuestran su impacto en el desarrollo, las instituciones de financiamiento público estarán en una inmejorable posición para consolidar su relevancia en la próxima década, particularmente para los desafíos más complejos, como es el cambio climático", señaló el Banco Interamericano de Desarrollo, citando a Fernando de Olloqui, coautor del informe.
Según el estudio, los Bancos Públicos de Desarrollo se beneficiaron de un manejo fiscal de los gobiernos latinoamericanos y un desarrollo de los sistemas financieros de esos países. Para 2011 el total de los activos de estos bancos superó 1,4 billones de dólares, cifra equivalente a casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
Oportunidades
"Hoy les permite enfocarse en los nuevos desafíos y oportunidades que han surgido a partir de la ampliación de sus mandatos", explicó.
Así, han ampliado sus actividades a otros sectores cómo energías renovables, educación, vivienda y microempresas, con mejores calificaciones macroeconómicas mientras más diversificados son.
También se han encargado de programas contra el cambio climático, pero el Banco Interamericano de Desarrollo estima que el financiamiento actual no cubre las enormes demandas de la región.
América Latina y el Caribe requieren hasta 2030 inversiones anuales entre 40.000 millones y 80.000 millones de dólares para mitigar el cambio climático, y entre 18.000 millones y 21.000 millones para adecuar la infraestructura a los efectos esperados en la temperatura atmosférica, calculó el informe.
Estimativos
En comparación, entre 2003 y 2010 se destinaron 7.500 millones de dólares a mitigación y 60 millones a adaptación. Según el trabajo, titulado "Bancos Públicos de Desarrollo: ¿Hacia un Nuevo Paradigma?", los BPD ganan de una legitimidad institucional, una larga experiencia en el financiamiento de proyectos de inversión y una estrecha relación con el sector privado, para proporcionar los instrumentos financieros que permitan apalancar los recursos necesarios.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo, los bancos de desarrollo funcionarían de "catalizadores de las inversiones privadas" en proyectos contra el cambio climático, según el documento, que analiza 56 instituciones financieras públicas de América Latina, como el gigantesco BNDES brasileño o la Nacional Financiera de México./AFP