El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo el jueves su tasa básica de interés en su mínimo histórico de 0,15%, advirtiendo que había una "desaceleración" del crecimiento en la zona euro.
"Si queremos detectar una señal en los datos publicados en los últimos dos o tres meses, podemos decir que hay una desaceleración en la dinámica de crecimiento", subrayó el presidente del BCE, Mario Draghi, en su tradicional conferencia de prensa mensual.
Al igual que en sus precedentes intervenciones, Draghi estimó que la recuperación en la zona euro es actualmente "débil, frágil y desigual", pero que "los países que llevan a cabo reformas estructurales se las arreglan mejor" que los otros.
Estos esfuerzos deben aumentar ahora "para mejorar el potencial de crecimiento en la zona euro", declaró.
Tal como se preveía, el BCE no anunció este jueves ninguna nueva medida de apoyo a la economía.
En su reunión de junio, había recortado de 0,25% a 0,15% su tasa directriz y llevado a terreno negativo la tasa de depósitos (-0,1%), aplicada a la liquidez que los bancos dejan por 24 horas en las arcas del instituto emisor de la Eurozona.
Estas medidas adoptadas en junio habrán de "contribuir para que la inflación vuelva a niveles más cercanos al 2%", afirmó Draghi.
La zona euro salió el año pasado de la recesión y el desempleo disminuye paulatinamente, pero la inflación de julio cayó a su nivel más bajo desde 2009 (0,4%), alimentando los temores de deflación, un fenómeno que retrasa las compras y desalienta las inversiones.
- Aumento de los riesgos geopolíticos -
Draghi estimó también que las condiciones para una bajada del euro mejoraron respecto a hace unos meses. "Los fundamentales para tipos de cambio más bajos son mejores que hace dos o tres meses", aseguró.
El alto nivel del euro respecto a las otras divisas mundiales preocupa a los exportadores y a los políticos europeos.
El presidente del BCE mostró asimismo su preocupación por los riesgos geopolíticos, que "aumentaron alrededor del mundo" y que "son más elevados que en meses anteriores".
"Algunos de ellos, como la situación en Ucrania y en Rusia, tendrán un impacto más importante en la zona euro" que en el resto del mundo, aunque actualmente es difícil "evaluar" este impacto, apuntó.
"Vemos riesgos principalmente para los precios y la energía", afirmó.
"El nerviosismo actual de los mercados financieros no parece haber llegado a la Eurotower (la sede de la BCE)", comentó Christian Schulz, del banco Berenberg.
Para Chris Williamson, de Markit, tras la conferencia de prensa de Draghi, "la conclusión es que el umbral para que se vuelva a estimular (la economía) sigue estando alto y requiere una importante degradación de las perspectivas económicas".
Por otra parte, Draghi indicó que el BCE continuará el suministro de liquidez a las filiales de los bancos rusos en la zona euro, pero controlará que no se utilicen para esquivar las sanciones europeas adoptadas contra Rusia.
"Las filiales rusas tendrán acceso a la refinanciación del BCE", declaró Draghi, en respuesta a una pregunta.
Sin embargo, estas filiales deberán anunciar por adelantado sus peticiones, que "se aprobarán únicamente si no contravienen las restricciones de la UE", añadió el responsable europeo.
Las sanciones de la UE, que entraron en vigor el viernes, reducen el acceso de Rusia a los mercados de capitales europeos, imponen un embargo a la compra y venta de armas, de material militar y de bienes de doble uso militar y civil, entre otras medidas.