El riesgo que representa para una vasta región de Asia, los intereses norteamericanos y de Occidente, el avance del Estado Islámico -EI-, son motivos suficientes para que Estados Unidos otra vez se involucre en una intervención militar.
Mañana el presidente Obama explicará a sus compatriotas y al mundo en un discurso su estrategia para enfrentar al grupo islamista. Hará un análisis de la situación y de la amenaza de esta facción radical, que ha cometido actos bárbaros como el asesinato de dos periodistas estadounidenses, y en actitud desafiante muestra vídeos del momento de la ejecución de los corresponsales de guerra. Hoy se reúne el mandatario con líderes del Congreso en procura de apoyo para derrotar a los islamistas.
El domingo en una entrevista Obama dejó a entrever su propósito cuando expresó que “Estoy preparando al país para asegurarnos de que nos ocuparemos de la amenaza de ISIL (EI)”. La decisión la anunciará mañana y la estrategia que aplicará; anticipó que no va a ser sobre tropas desplegadas en tierra. Seguramente la ofensiva se desarrollará por aire, con intensificación de bombardeos. Algo ‘similar al tipo de campañas de contraterrorismo que se han estado llevando a cabo en los pasados cinco o seis años’, recalcó el Presidente.