El Banco Central Europeo (BCE) inicia el año 2013 con una reunión el jueves de sus gobernadores en la que se prevé optar por el statu quo , y mantener su principal tasa directora sin cambios en el mínimo histórico del 0,75%.
La institución monetaria de Fráncfort (oeste de Alemania) mantiene esa tasa en su mínimo histórico desde el pasado mes de julio.
"Aunque una baja de la tasa no se pueda excluir totalmente, no creemos que el Consejo del BCE vaya a modificar sus tipos de interés", opina Michael Schubert, economista de Commerzbank.
Un punto de vista que comparte Howard Archer, de IHS Global Insight. "Parece más probable que el BCE se abstenga de bajar sus tasas", aunque ello podría ocurrir más tarde "en el curso del primer trimestre" de 2013, anticipa.
Muchos consideran que una baja de las tasas del BCE no sería eficaz. En efecto, pese a tipos des interés muy bajos desde hace meses, el crédito sigue frenado. Los préstamos al sector privado en la zona euro retrocedieron en noviembre, por séptimo mes consecutivo.
Aunque el presidente del BCE Mario Draghi aseguró que sigue vigilando la estabilidad de los previos, los riesgos inflacionarios son ahora una preocupación menor para el BCE que la reactivación de la economía europea, que entró en recesión en el tercer trimestre de 2012.
El alza de los precios se mantuvo en efecto estable en diciembre (+2,2% en cifra anual) en la zona euro, muy ligeramente por encima del nivel del 2% deseado a medio plazo por el BCE.
Durante su última reunión de diciembre, cuando el BCE redujo las previsiones de crecimiento para la zona euro, hubo "un amplio debate" sobre el hecho o no de mantener las tasas, reconoció Draghi.
Pero la contracción menos fuerte de lo esperado de la actividad en diciembre, calculada por el índice PMI del gabinete Markit, permite esperar una mejora de la situación en la zona euro.
Varios responsables europeos, entre ellos el presidente francés François Hollande y el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schauble, consideran que lo peor de la crisis ya pasó.
Pero los miembros del BCE se muestran más prudentes.
Desde luego, la situación de la zona euro es "más estable" pero "la eliminación de los problemas estructurales y de competitividad durará aún algunos años", advirtió Jörg Asmussen, miembro del directorio del BCE.
"Los riesgos siguen ahí, la situación es aún frágil", coincidió por su lado el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio.
El presidente del gobierno español Mariano Rajoy no ha ocultado el hecho de que espera un "año muy duro" para su país. uno de los más afectados por la crisis. Aunque de momento no lo contempla, Rajoy ne descarta "en un futuro" pedir un rescate global internacional para su país.
AFP