El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró el sábado que ya tomó la decisión de realizar ataques contra Siria en respuesta al uso de armas químicas, pero que buscará autorización del Congreso antes de dar la orden.
"He decidido que Estados Unidos debería actuar militarmente sobre blancos del régimen sirio" y "está listo a atacar cuando lo decidamos", dijo Obama.
No obstante, añadió que tomó también la decisión de "pedir la autorización de los representantes de los estadounidenses en el Congreso para el uso de la fuerza", y por ello pidió a los legisladores que apoyen la iniciativa en nombre de la "seguridad nacional" de Estados Unidos.
La acción militar sería en respuesta a un ataque con gas neurotóxico ocurrido el 21 de agosto cerca de Damasco, que Estados Unidos atribuye al régimen de Bashar al Asad, y que según cálculos estadounidenses dejó al menos 1.429 muertos, entre ellos 426 niños.
Obama recordó este sábado que Estados Unidos tiene "fuertes" pruebas de que el gobierno sirio estuvo detrás de estos ataques.
Como el Congreso estadounidense se encuentra en receso hasta el 9 de septiembre, el anuncio de Obama en la práctica aleja la perspectiva de una acción militar inminente contra el régimen de Bashar al Asad.
En su declaración, en un jardín de la Casa Blanca, Obama dijo que se había reunido con los jefes de las bancadas partidarias en el poder legislativo, quienes estuvieron de acuerdo en "incluir un debate y un voto en la agenda para cuando el Congreso retome las sesiones".
"Estamos satisfechos de que el presidente pida la autorización para una intervención militar en Siria", dijo John Bohener, titular de la Cámara baja, junto s otros dirigentes republicanos, en un comunicado. "En consultas con el presidente, esperamos que la Cámara examine esta medida la semana del 9 de septiembre".
En un sábado soleado en la capital estadounidense, grupos pacifistas y grupos que defienden a la oposición siria ocuparon posiciones frente a la Casa Blanca, motivando incluso la movilización de policías para mantener separados a los dos grupos.
"La guerra en Siria, justificada por mentiras", gritaban los manifestantes contrarios a los ataques militares, aferrados a las rejas que dan a los jardines de la Casa Blanca.
"Estamos metidos en demasiadas guerras en este momento", dijo Andre Jones, un estudiante, quien mencionó la situación en Afganistán. La situación en Siria "no es nuestro trabajo. Son un país soberano, y además no nos quieren allí. Y además las dos partes son malas", dijo.
De su lado, una cincuentena de personas gritaban consignas en favor de los ataques y contra Al Asad. Un manifestante incluso portaba una pancarta que comparaba el presidente sirio a Adolfo Hitler.
AFP.