Nuevamente al Gobierno nacional le tocó la tarea de fijar el salario mínimo, en este caso para el año 2015, después de que fracasara la concertación entre representantes de los empresarios y trabajadores en el seno de la Comisión de Políticas Laborales y Salariales, quienes no lograron cerrar la amplia brecha en el ofrecimiento de un incremento del 4,2% por parte de los primeros, y una expectativa del 9,5% de los segundos.
Finalmente, el Gobierno por decreto determinó que el incremento es del 4,6%, lo que se traduce en 28.336 pesos, por lo que el salario mínimo que recibirán más de 1.250.000 colombianos este año pasa de 616.000 pesos a 644.350 pesos.
Como era de esperarse, el incremento tuvo mal recibo entre los trabajadores del país, quienes consideraron que nuevamente se dilapidó la oportunidad de mejorar el exiguo poder adquisitivo de muchos colombianos que reciben esta remuneración.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Luis Alejandro Pedraza, dijo que "ese no es un incremento del salario mínimo, es una propina que se le hace a los trabajadores, es absolutamente inconcebible que una mesa de concertación del nivel del que está compuesta esta, es decir, trabajadores, empleados, Gobierno y sindicatos, se dedique un mes completo a discutir el salario para que se incremente 600 o 800 pesos, es absolutamente risible y es más un sofisma de distracción para el país que una verdadera política de concertación", manifestó.
Por otra parte el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, tuvo que dar a conocer la decisión del Gobierno en este sentido, misión incómoda por demás teniendo en cuenta su origen sindical y las luchas que desde esa orilla dio en procura de mejoras salariales para los trabajadores.
"Todos son testigos del esfuerzo que hemos hecho por llegar a una cifra concertada y en esa cifra fue difícil, pero quiero revindicar la actitud de empresarios y organizaciones sindicales", dijo a Caracol Radio el Ministro de Trabajo.
Agregó Garzón que los empresarios tuvieron argumentos que "yo no quiero menospreciar porque tienen sus razones y sus justificaciones, dicen que le apostaron y le aportaron a la Reforma Tributaria reciente y eso les generó una situación de alguna manera de dificultad en materia de lo que ellos consideran sus ingresos".
Dijo también que “nadie en Colombia podrá decir que el salario mínimo es un salario envidiable para cualquier trabajador”. Sin embargo remarcó que “lo que se ha hecho es no perder poder adquisitivo, pues la inflación de 2014 será seguramente de 3,6 por ciento, un punto abajo del aumento del salario mínimo”.
En tanto que Pedraza dijo que "es un golpe muy fuerte para los trabajadores del salario mínimo y con mayor razón para los que no devenga un mínimo. Es una contradicción del presidente Juan Manuel Santos que habla de acabar con la inequidad social pero con esto lo único que hace es profundizarla".