Mientras el área sembrada creció en 3,2% de 2010 a 2011, se estima una caída del 6,9% en la producción, según reportó el DANE.
Aunque las hectáreas cultivadas ilícitamente aumentaron en 3,2 por ciento con corte a 31 de Diciembre de 2011 frente al año 2010, en cerca de 2.000 hectáreas, se estima una caída del 6,9 por ciento en la producción cosechada durante el año.
Las cifras corresponden al reporte de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC) presentado ayer por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en su informe sobre Producto Interno Bruto (PIB) del Enclave de los Cultivos Ilícitos.
Según la publicación del DANE, entre “los principales hechos económicos que incidieron en el comportamiento del Enclave de los cultivos ilícitos en el año 2011” se encuentra, además de lo mencionado, que “los rendimientos ponderados obtenidos en toneladas por hectáreas cosechadas de coca presentaron una caída en 6,2 por ciento lo cual afectó la producción potencial de hoja fresca negativamente en 12,7 por cuento”.
“La producción disponible de base de cocaína al mercado disminuyó en 6,2 por ciento debido al aumento de las incautaciones de esta sustancia en 37,6 por ciento, las cuales representan el 15 por ciento del total de la producción potencial”, precisó el documento.
Además, “la producción potencial de cocaína tipo de exportación disminuyó el 4,3 por ciento. De las 432 toneladas producidas, fueron incautadas 146 toneladas debido a la acción de la fuerza pública”.
También se destacó que “los precios productor de las sustancias base y clorhidrato de cocaína disminuyeron en 6,7 por ciento y 1,4 por ciento respectivamente”.
El documento publicado por el DANE explicó que “el enclave en el cual se registra la producción de los cultivos ilícitos y sus productos derivados” es “una elaboración conceptual dentro de la cual se registran todas las transacciones relacionadas con la producción y transformación de los estupefacientes”.
“Desde el punto de vista de la medición económica, un enclave productivo se trata como si fuera un territorio ‘intermedio’ entre la economía nacional y el resto del mundo. Este enclave realiza transacciones con la economía nacional, la cual suministra los factores de producción: insumos, trabajo y capital y como contrapartida recibe remuneración e ingreso mixto. El enclave compra insumos (tanto nacionales como importados legal o ilegalmente) para la producción y envía -exporta- una parte de la producción de estupefacientes a la economía nacional, mientras que al resto del mundo exporta la producción no consumida por el país”, según el informe.
La publicación indicó que “este procedimiento de aislar estas transacciones ilegales en un punto virtual, permite a los analistas incluir o excluir la medición económica del enclave en la economía nacional, es decir que el cálculo del PIB se puede hacer con y sin cultivos ilícitos”.
Sobre el comportamiento indicado al comienzo de este artículo, el informe del DANE anotó que “a partir de la utilización de las fuentes estadísticas oficiales disponibles, se obtuvo el PIB del enclave serie 2000-2011 que comprende la producción y transformación de los cultivos ilícitos, el cual presenta una tendencia decreciente en los valores de producción en todo el periodo”.
Según el documento, la producción habría pasado de 3,5 billones de pesos en el año 2000, a 2,07 billones de pesos corrientes en el año 2011.
“Este comportamiento se explica por las menores cantidades de estupefacientes que están saliendo al mercado, efecto de la reducción en el tamaño de las explotaciones, disminución en las hectáreas cosechadas, menores rendimientos en la obtención de hoja de coca y aumentos en las incautaciones tanto en el material vegetal como en el transformado”, publicó el DANE.
“Sin embargo”, explicó, “en el año 2011 las hectáreas cultivadas de coca reportadas por el Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI-UNODC) rompe la tendencia decreciente registrada en los últimos años, al aumentar en 3,2 por ciento frente a lo reportado en el 2010 equivalente a 2.000 hectáreas adicionales. Este fenómeno no tuvo incidencia en los productos finales de estas actividades, en la medida en que la producción cosechada disminuyó al incluir los comportamientos productivos durante el año, que resultan de la aplicación del promedio entre los valores de dos censos sucesivos”.
Como “consecuencia de la disminución en los valores de producción, la participación del enclave en el PIB nacional a precios corrientes (incluye ilícitos) ha disminuido, al pasar de 1,7 por ciento en el año 2000 a 0,3 por ciento en el año 2011”.
Lucha contra el narcotráfico
Al participar ayer en un conversatorio con estudiantes de la Universidad de Kansas, el presidente Juan Manuel Santos insistió en que es necesario buscar alternativas para fortalecer la lucha contra el narcotráfico.
“Creo que Colombia tiene la autoridad moral para proponer lo siguiente: estudiemos, evaluemos y analicemos lo que el mundo está haciendo en contra de las drogas y el tráfico de drogas”, dijo.
Y agregó: “Las Naciones Unidas declararon la guerra contra las drogas 40 años atrás. Pensemos si lo que estamos haciendo es lo mejor que podemos hacer”.
Recordó que Colombia ha pagado un precio muy alto en la lucha contra las drogas. Consideró que en cierta forma ha derrotado a los carteles del narcotráfico y ha sido relativamente exitosa en esta lucha.
“Hemos sido relativamente exitosos, porque como país hemos podido unirnos y luchar contra los carteles de la droga con toda la fuerza que tenemos. Y de alguna manera nosotros derrotamos los carteles de la droga. Los capos de la droga que dominaron Colombia unos están muertos y otros en la cárcel. El último que estábamos persiguiendo lo capturamos la semana pasada en Venezuela”, señaló.
Pero –advirtió– “eso no significa que el narcotráfico termine, porque la demanda existe y mientras haya demanda habrá oferta”.
“Muchas veces uno siente que está como en una bicicleta estática: pedaleando y pedaleando, y mira hacia la derecha y la izquierda y las cosas son las mismas y no cambian”, sostuvo.
Consideró que cualquier alternativa para enfrentar efectivamente el narcotráfico debe ser adoptada por todos los países en su conjunto, porque –añadió– “eso es algo que Colombia no puede hacer por sí misma. Ningún país puede hacerlo por sí mismo. Tiene que ser un esfuerzo conjunto, una decisión internacional”.