La Secretaría de Salud informó que entre febrero y noviembre se han reportado cerca de 225 casos de esta afección confirmados.
Los cambios climáticos, el aumento de lluvias y las disminuciones de temperatura han traído de la mano enfermedades como el adenovirus y otros males respiratorios que se transmiten por vía aérea; bastará una persona infectada para que al respirar, toser o estornudar disemine el ambiente de agentes infecciosos.
El adenovirus, como su nombre, lo indica es un virus que afecta el tejido de la garganta y el aparato gastrointestinal. Es una enfermedad de circulación común, pero este año su comportamiento ha sido más agresivo.
La Secretaría de Salud de Bogotá lanzó una alarma dado que el porcentaje de circulación del adenovirus de 17,4 por ciento pasó a 19,5 por ciento en el último año. Entre las razones para que el virus se haya incrementado están los cambios bruscos de clima y los brotes epidémicos entre niños hospitalizados, en jardines infantiles y colegios.
Los síntomas más comunes son la dificultad respiratoria, fiebre alta, decaimiento, inapetencia y deshidratación. Sin embargo hay otros síntomas que indican cuando una persona tiene el virus.
Respiración rápida: Niños menores de 2 meses que respiran más de 60 veces por minuto. Los menores de 2 a 11 meses que respiran más de 50 veces por minuto. Niños de 1a 4 años que respiran más de 40 veces por minuto.
Hundimiento de costillas y/o ruidos extraños (silbidos) al respirar.
El niño no puede comer o beber nada y vomita todo. Menor de dos meses que presenta fiebre.
El menor está anormalmente somnoliento/a y no despierta con facilidad. Presenta ataques o convulsiones.
La búsqueda de un ambiente saludable se convierte en aliado de la salud. “El medio ambiente tiene mucho que ver en este tema, y puntualmente la calidad de aire. Imaginemos un recinto, como una oficina pública, un centro de trabajo, un colegio o guardería donde hay un gran número de personas bajo el mismo techo, a esto sumemos poca ventilación y sólo una persona enferma de las vías respiratoria y tendremos como resultado muchas personas contagiadas”, explicó Álvaro Altamirano, médico pediatra, Mg. en infectología pediátrica.
Según la Secretaría Distrital de Salud, durante el 2010 se atendieron de manera ambulatoria 40 mil niños y niñas menores de cinco años, en las 110 salas de Infección Respiratoria Aguda que están funcionando en el Distrito. En el 2011 ya han atendido 8.015 menores de 5 años por enfermedad respiratoria aguda en la ciudad.
Este año se confirmaron 250 casos por adenovirus, de los cuales 40 requirieron atención hospitalaria y cinco recibieron atención en Unidad de Cuidado Intensivo y fueron dados de alta. En el mismo periodo se presentó un caso de mortalidad a causa de esta enfermedad.
Recomendaciones
Tener una cultura de buena calidad de aire en todos los recintos donde se viva, usar purificadores de aire que gracias a su tecnología avanzada ayudan a mejorar el ambiente y convertir los espacios en lugares sanos y libres de contaminación.
Paciente que tenga síntomas de la infección respiratoria debe evitar diseminarla, permaneciendo en su domicilio luego de evaluación médica. Los niños enfermos deben evitar la asistencia al colegio con el fin de cortar la cadena de contagios.
Evitar contacto con secreciones (saliva o moco) de pacientes enfermos. Lo mejor para esto es el lavado de manos frecuente por parte de toda la población.
En caso de vivir en un espacio húmedo se debe utilizar un deshumidificador, estos productos han sido diseñados para facilitar la conservación apropiada del aire y favorable para las mucosas, disminuyendo la congestión nasal y la tos nocturna.
En lo posible, realizar oportunamente pruebas de diagnóstico viral y de hemocultivos por laboratorio en pacientes que son admitidos con o que desarrollan síntomas de una infección viral del tracto respiratorio después de la admisión en las instituciones prestadoras de servicios de salud para permitir que las precauciones de control de infecciones sean las mínimas requeridas para cada paciente con infección viral específica.
Limitar a propósitos esenciales los movimientos y traslados de la habitación de un paciente sospechoso o confirmado de adenovirus. Si el traslado o el movimiento es necesario, minimizar las dispersiones de goteo del paciente haciendo que use una mascarilla. Limitar las visitas.
No permitir que personas con síntomas de infección respiratoria visiten pacientes pediátricos, inmuno-suprimidos o con enfermedades crónicas.
Ubicar el paciente sospechoso o confirmado con para-influenza, adenovirus, u otra infección viral del tracto respiratorio en una habitación privada, de ser posible, o en una habitación con otros pacientes con la misma enfermedad pero no con otras enfermedades.
Finalmente, es siempre recomendable estornudar cubriéndonos la boca con un papel higiénico o pañuelo; si no, taparse con el antebrazo. De esta forma no disemina los gérmenes en el medio ambiente.