La victimización en Bogotá durante el primer semestre del año se ubicó en 40%, dos puntos porcentuales por encima del mismo periodo del año anterior (38%). Este indicador muestra el porcentaje de personas que fueron objeto de un delito, directa o indirectamente.
Así lo reveló la más reciente Encuesta de Percepción y Victimización que viene realizando semestralmente y desde hace 18 años la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), la cual busca recoger la opinión de los habitantes de la capital frente a su situación de seguridad.
La medición pretende analizar el sentir de las personas frente a la ocurrencia de delitos y con base en ello generar recomendaciones que permitan a los gobiernos local y nacional, así como a la Policía, definir políticas públicas y estrategias que permitan mejorar la seguridad en el área metropolitana.
Según Jorge Mario Díaz, vicepresidente de Articulación Público Privada de la CCB, “una ciudad más segura es sinónimo de bienestar para sus habitantes y una condición necesaria para mejorar la competitividad de los más de 650.000 empresarios y comerciantes de Bogotá y Cundinamarca, con quienes trabajamos permanentemente desde la Cámara”.
Los siguientes son los resultados de la medición que se realizó entre junio y agosto de 2016 y en la que participaron 7.263 personas de todos los estratos socioeconómicos de la ciudad.
Victimización
Del total de encuestados, un 18% dijo haber sido víctima directa de un delito, mientras que un 22% declaró que alguien en su hogar también lo fue. Es decir, el índice de victimización para el primer semestre de 2016 se ubicó en 40%, dos puntos por encima de la cifra de igual periodo de 2015, que fue de 38%.
Dentro de la población de víctimas directas el estudio indagó cuál fue el delito de mayor ocurrencia durante los primeros seis meses de 2016. Allí se encontró que el hurto a personas fue lo que más afectó a los ciudadanos, pues 80% de los encuestados afirmó haber sido objeto de este delito. A éste le siguen: el hurto a residencias, las lesiones personales y el hurto a establecimientos de comercio, cada uno con un 5%.
En cuanto a los lugares donde más sucedieron hurtos, la calle registra el mayor índice entre los encuestados, con un 52%, seguido del transporte público con 17% y de los locales comerciales, con 15%. En el mismo periodo de 2015 las calles fueron también el lugar de mayor ocurrencia de hurtos, con un 39%, mientras que en el transporte público el indicador llegaba a 33%. Esto significa que el indicador de hurtos en el transporte público se redujo en cerca del 50%.
El objeto que los delincuentes más hurtan continúa siendo el teléfono celular, con un 40% de los casos; seguido de objetos personales (joyas, bolsos, billeteras, documentos y otros), con un 27%, y dinero en efectivo, con un 26%.
El indicador de denuncia, que mide si las víctimas de los delitos acuden o no a la justicia, se situó en 40% en el primer semestre de 2016, con un aumento de 22 puntos frente al mismo periodo de 2015 cuando se ubicó en 18%. Este aumento en el número de denuncias le facilita a las autoridades georreferenciar los delitos y hacer seguimiento a las conductas delictuales.
Percepción de seguridad
Del total de encuestados un 41% dijo percibir mayor inseguridad en la ciudad durante el primer semestre de 2016, indicador que se redujo en 14 puntos frente al mismo periodo del año anterior, cuando se ubicó en 55%.
Los bogotanos perciben que el lugar donde más ha aumentado la inseguridad en la ciudad es la calle, con un 39%, frente a un 54% que asegura que sigue igual y un 7% que dice que ha mejorado. En el transporte público un 36% opina que la inseguridad ha aumentado, mientras que un 54% dice que sigue igual y un 10% opina que ha mejorado.
La percepción de seguridad en Transmilenio mejoró tres puntos, al pasar del 14% en el primer semestre de 2015 al 17% en 2016.
Así mismo, es de resaltar la mejora en la percepción de seguridad en los barrios, pues un 36% de los ciudadanos encuestados opina que su barrio es seguro, mientras que en el primer semestre de 2015 un 28% opinaba de esta manera.
El delito que más preocupa a los bogotanos sigue siendo el hurto a personas, pues un 45% de los encuestados así lo manifestó. Así mismo un 18% dijo preocuparse por los homicidios y un 6% por el hurto a residencias.
Institucionalidad
Según los encuestados, la Administración Distrital tiene una buena gestión en lo que tiene que ver con la dotación de la Policía Metropolitana (47%), seguido de la promoción de la participación ciudadana (21%), de la difusión de medidas de protección (19%) y de la atención a víctimas (19%).
Por otra parte, la medición arrojó que para el 33% de los encuestados el foco de atención del Gobierno Local debe ser el mejoramiento de la justicia, seguido de la lucha contra la corrupción en la Policía Metropolitana y del aumento del pie de fuerza policial.
El programa más conocido por la ciudadanía continúa siendo el Número Único de Seguridad y Emergencia (NUSE), con un 87%; seguido de la recuperación de parques (53%), la campaña de desarme (45%) y la intervención de puntos críticos (44%).
El porcentaje de personas que dijo haber utilizado el NUSE pasó de 17% en el primer semestre de 2015 a 24% en el mismo periodo de 2016. Del total de ciudadanos que se comunicaron en el último semestre, un 37% lo hizo por motivos de seguridad, un 27% por asuntos de convivencia y un 18% por temas de salud. Un 35% de los usuarios afirma estar satisfecho con el servicio que ofrece el NUSE, frente a un 33% que no lo está.
Servicio de Policía
Un 21% de los entrevistados acudió a la Policía durante el primer semestre de 2016. De este total, un 51% lo hizo para alertar sobre una situación sospechosa, mientras que un 46% lo hizo para denunciar un delito y un 3% para otros temas.
Entre quienes acudieron a la Policía, la calificación positiva de esta institución se ubicó en el periodo en 27%, lo que significa una disminución de once puntos frente a la cifra de 2015, cuando se ubicó en 38%.
Un mayor número de ciudadanos identifica el Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC), toda vez que un 77% de los encuestados manifestó conocerlo, frente a un 65% que había dicho saber de esta iniciativa en el primer semestre de 2015.
Del total de encuestados en esta medición, un 64% considera que el PNVCC ayudó a mejorar una problemática en su barrio, mientras que en el primer semestre de 2015 el dato había sido de 77%.
Recomendaciones
· Seguir promoviendo la denuncia a través de la nueva aplicación móvil “Seguridad en Línea” y, de acuerdo con su comportamiento, efectuar procesos de ajuste de cifras oficiales (delitos por tasa) para así analizar mejor los impactos de la acción del Distrito.
· Consolidar la presencia policial en calles y avenidas, y mantener la presencia de agentes policiales encubiertos a lo largo del sistema de transporte masivo Transmilenio. Esta última estrategia ha arrojado resultados positivos en el corto plazo.
· Involucrar entidades del orden nacional y de la región para darle mayor eficacia a la política de seguridad ciudadana en asuntos que desbordan las competencias del Distrito.
· Implementar diagnósticos zonales de seguridad en Transmilenio y el modelo de mediadores sociales como estrategia para reducir factores de riesgo de ocurrencia de los delitos y en comportamientos contrarios a la convivencia.
· Ampliar la cobertura de cámaras de vigilancia en calles y avenidas de la ciudad y continuar medidas de prevención del crimen a través del diseño ambiental (orden, señalización, iluminación, pintura, reparación de elementos de espacio público).
· Promover desde la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia y la Secretaría de Gobierno, acciones para mejorar el rol de las Alcaldías Locales, Inspecciones de Policía y Comisarías de familia, en temas de seguridad y convivencia ciudadana.
· Fortalecer los procesos internos de control e investigación para los casos policiales de corrupción, complementando con un sistema de incentivos y fortalecimiento de capacidades de los uniformados.
· Mantener la acción administrativa, policial e integral, de intervención a los puntos críticos y parques públicos de la ciudad, con controles permanentes y vinculación de las comunidades del entorno en su seguimiento.
· Priorizar inversiones de corto plazo que fortalezcan la dotación de recursos (técnicos, tecnológicos y logísticos) a la Policía Metropolitana, así como promover la participación ciudadana en medidas de prevención.
· Mejorar los tiempos de atención y la calidad del servicio, por parte de la Policía, ante los requerimientos ciudadanos.
· Implementar campañas de acercamiento con la comunidad y de conocimiento y socialización sobre los beneficios de los diversos programas policiales.
· Profundizar el análisis respecto a la operación del Modelo de Cuadrantes, buscando mayor eficacia en el servicio.