Para finales de este mes se prepara una misión humanitaria de verificación que atenderá la crisis de cuatro mil indígenas desplazados y confinados cerca de los municipios de Barbacoas y Ricaurte, Nariño, por enfrentamientos entre el Ejército y las Farc.

Así lo definió una comisión presidida por el viceministro del Interior, Aníbal Fernández de Soto, en la que participaron la directora de la Unidad de Víctimas, Paula Gaviria, el secretario de Gobierno de Nariño, Jaime Rodríguez, y representantes de la Fuerza Pública, entre otros estamentos del Estado.

“La situación es crítica. Hasta ahora se les ha brindado una atención preliminar para llevarles alimentos, medicinas y otros auxilios. Cumpliendo con el compromiso que adquirí con esta comunidad, hoy se acordó que el 25 de abril habrá una reunión de alistamiento en Pasto para establecer los protocolos de entrada a la zona con el Ministerio de Defensa, y otros parámetros de la misión de verificación”, dijo Fernández.

Los indígenas provienen del resguardo del Gran Sábalo en la frontera con Ecuador y llevan más de 40 días en situación de desplazamiento y confinamiento.

“Queremos reconocer, a nombre de la Gobernación de Nariño, el papel que ha jugado el viceministro al darle salidas de inmediato y mediano plazo a la problemática. Recordemos que se trata de un pueblo que es una cultura con lengua propia, con usos propios, un pueblo que vive en el bosque de niebla del pie de monte costero nariñense, cuidando los recursos naturales”, dijo Rodríguez.

El viceministro agregó que este caso ya ha sido informado a los negociadores del Gobierno en La Habana y aceptó adelantar la gestión para hacerles llegar un documento que prepara la Gobernación de Nariño sobre la crisis de los nativos.