Luego de que la contralora Sandra Morelli anunciara que auditará los estados financieros de las Cajas de Compensación Familiar del país, el presidente de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) Álvaro José Cobo se mostró tranquilo y dijo que era una cuestión de rutina.
Sin ansiedad por algún caso en particular, Cobo declaró que “como gremio no tenemos preocupación alguna y sí estamos en total disposición para suministrar la información que la Contraloría requiera”.
Para el dirigente, la auditoría es un tema “rutinario” y no corresponde “a que haya específicamente una situación especial”, aunque la Contralora enfatizó que será el flujo de dineros precisamente lo que analizarán.
Y es que Morelli recientemente declaró que hay Cajas de Compensación que están incurriendo en irregularidades puesto que “hay aspectos adicionales relacionados con autoabastecimiento de medicamentos u otros servicios por fuera de las reglas de la libre competencia. Esto propicia un incremento de costos que de otra manera tendrían que ser distintos o sometidos al mercado de la oferta y la demanda”.
Ante ello, Cobo reiteró que están tranquilos ya que todo está dentro de los parámetros normales, además, “de acuerdo con el Artículo 267 de la Constitución, dentro de la competencias de la Contraloría están precisamente las auditorías a entidades particulares que desarrollen o que administren recursos públicos”.
Aseguró que en el caso de las Cajas y en lo referente a los aportes empresariales del 4 por ciento, siempre han sido objeto de vigilancia.
En cuanto a las 18 Cajas, de 43 que hay en el país, dedicadas a la prestación del servicio de salud, y la afectación de los escándalos de la crisis de la Salud, el dirigente explicó que efectivamente “no son ajenas y seis han solicitado, y están en trámite, el retiro voluntario de la operación del sistema de Salud”.
Comentó que el tema no obedece a irregularidades sino “precisamente porque hay una disposición de cumplir con lo estipulado que la Caja que tenga pérdidas o amenaza de tener pérdidas, debe retirarse de esa actividad. Más que una medida de solución, es preventiva frente a lo que se refiere al subsidio familiar”.
Pese a ello, la Contralora ya se había referido al tema de dos Cajas en especial, Cafam y Colsubsidio. “Eso está sometido a reserva. Es importante subrayar que hay unos casos que son de corrupción y otros de tolerancia de desvío, pero las dos conductas generan daño fiscal”.
De otro lado, Cobo indicó que en cuanto a las seis que están en proceso de liquidación (Cajasan, Confenalco Santander, Cafaba, Confaoriente en Norte de Santander, Confanorte y Confenalco Antioquia), la población tendrá la garantía que será trasladada. Mientras eso sucede, la atención no se suspenderá así como la respectiva liquidación de los contratos.
En el caso de Bogotá, “Colsubsidio se retira de la atención de la Capital pero no de todo el Régimen Subsidiado”.
Al ser preguntado por el flujo de dineros de las Cajas, agregó que en las que tienen que ver con el tema de salud la situación ha mejorado un poco en los últimos meses pero “existen obligaciones aún pendientes del pago del Fosyga y entidades territoriales, afortunadamente el Gobierno expidió un decreto que regula tal pago”.
Pese al parte de tranquilidad del presidente de Asocajas, aún sigue pendiente resolver el tema del aparente compromiso de los dineros del subsidio familiar en posibles actos de corrupción, ya que “eso podría suceder eventualmente”, dijo Morelli en días anteriores.
El organismo de control tiene abierta ya investigaciones de juicio fiscal y “en muchos casos la Contraloría espera que al percatarse de las investigaciones hagan las reversiones. En ocasiones no es sino cambiar de pronto la titularidad. Por ejemplo, si han comprado activos con plata del sistema, pues que ese activo no quede a nombre de la EPS”.